Maitane Aldanondo Gabilondo
Entrevista
Carol Archeli
(Autora del libro "Come sano, cocina pescado")

«He querido quitar el miedo que tienen muchas personas a consumir pescado»

Carol Archeli Saralegui (Donostia, 1972), enfermera especializada en nutrición, regenta la pescadería Espe que su abuela Amalia abrió en la Bretxa en 1938. Es autora de “Come sano, cocina pescado”, un libro que recoge el saber adquirido en el negocio familiar y con el que quiere «quitar miedos».

Carol Archeli sostiene un ejemplar de su libro, en la pescadería que regenta en el Mercado de la Bretxa.
Carol Archeli sostiene un ejemplar de su libro, en la pescadería que regenta en el Mercado de la Bretxa. (M.A.)

Creció en esta pescadería. ¿Pensó que sería su futuro?

En absoluto. Estudié Enfermería, que es a lo que me quería dedicar, porque me encanta; pero nunca sabes qué te depara la vida. Siempre he estado vinculada, cuado era enfermera había días que libraba entre guardias y venía a ayudar a mi madre. La Enfermería es muy exigente, turnos, guardias, noches… cuando nació mi hija pensé en venir una temporada a la pescadería, solo por las mañanas, y a las tardes estar con mi niña. Decidí dar prioridad a la maternidad, sobre todo, porque podía elegir. Pedí una excedencia, y mira, 24 años. Estoy súper a gusto, he crecido aquí.

¿Qué tiene este oficio para que decidiera quedarse?
Al principio fue por conciliar, tuve tres hijos. Luego, me quedé porque me gusta este negocio, lo disfruto. Me gusta ir al puerto, seleccionar el género… y es muy bonito por el contacto con las personas. Hice Enfermería porque tenía vocación de cuidado y aquí pasa lo mismo, cuidamos a las personas a través de la alimentación, el pescado o el cariño que les damos. Por eso me quedé.

Su horario laboral no es muy conciliador...
Ahora ya no (risas), pero mi hijo pequeño tiene 19 años. Me toca madrugar mucho, cuatro de la mañana, pelear en la lonja, venir aquí… Es lo que hay, cada oficio tiene lo suyo, bueno y malo.

A eso le sumó la presencia digital y recibió dos premios. ¿Había que adaptarse?
Entendí que si la gente no puede venir al mercado, hay que llevar el mercado a la gente. Lo hacemos todos los días a través del video del mostrador: cuando terminamos de poner todo el género, hacemos un video explicando qué tenemos, cómo se puede preparar... Se lo mandamos a nuestra clientela por WhatsApp y lo colgamos en la web. Están trabajando, miran qué hay y escriben con lo que les apetece. Una de nosotras siempre está mirando los pedidos. Luego, los mandamos a casa o los dejamos en los puntos de entrega que tenemos en la ciudad. Porque por mucho que la gente pueda hacer el pedido, si no puede venir a recogerlo…

No tenía suficiente y ha escrito un libro. ¿De dónde saca el tiempo?
La primera vez que me preguntaron esto no supe qué contestar. Llegué a la conclusión de que el tiempo es mío, pero también me lo han regalado otros, todo mi entorno. En mi casa se han hecho cargo de todo estos casi dos años, mucha gente ha investigado o leído por mí, ha repasado mis textos, mis empleadas han estado al pie de cañón… Al final, todo eso me ha permitido disponer de más tiempo, el tiempo que no podía estar en otros sitios. He hecho sacrificios, pero va por ahí.

¿Cómo surgió la oportunidad de publicarlo?
Escribo en la revista “Ondo jan” desde hace años, en el blog, la web…. Soy super salsera, siempre haciendo cosas y me gusta mucho el pescado, la alimentación… Estudio mucho. Mi amigo Enrique Ramos es escritor y hace unos dos años me dijo que, con todo lo que tenía escrito e investigado, por qué no escribía un libro; que hablaría con su editora. Le dije que no me liara, pero soy fácil de liar (risas).

¿Qué es lo que ha querido transmitir con este libro?
Sobre todo, quitar miedos. El miedo que tienen muchas personas a consumir pescado, a comprarlo, porque no saben. Lo veo aquí: qué llevo, eso qué es, cómo lo preparo… A las especies desconocidas, a todos lo mitos: anisakis, mercurio, microplásticos… Hablo de manera muy clara, con mucho rigor científico, pero intentando ponerlo en el lenguaje de la calle, para que pueda entenderlo todo el mundo. Quitar el miedo y animar a comer.

El contenido responde a lo que ven día a día. ¿Qué recoge el libro?
En el primer capitulo explico por qué el pescado es sano. En el segundo, temores como las espinas, los químicos o los microplásticos, y dudas: salvaje o piscifactoría, fresco o congelado, con piel o sin piel… Creo que aquí hay mucha información interesante. En el tercero, hago una selección de nuestros pescados y la forma más común de prepararlos. Por ejemplo, cuento las diferencias entre la anchoa y la sardina, que parecen iguales, o el txitxarro y verdel… Hablo más de anécdotas. El cuarto es una guía para las personas que no comen pescado, pero quieren hacerlo. Paso a paso. Desde comprarlo –escoger pescadería, elegir el pescado, cómo pedirlo...– a cocinar. Hay teoría sobre los distintos modos. Si te lees este capítulo, vas a las recetas con otra seguridad. Hay 43 recetas, de lo más básico, con ingredientes que seguro tienes en casa y pescados que vas a encontrar cada día en la pescadería. Creo que esto es lo que necesita la gente que viene, una base mínima tanto para comprar como para cocinar. De eso se trata.

El prólogo es de Elena Arzak.
Tenemos relación desde hace años, es una persona súper amable, siempre dispuesta a colaborar. Alguna vez hemos hecho algún concurso de recetas y colabora conmigo siempre que le llamo, siempre está. Para esto igual.

¿Cómo va la venta?
La verdad, súper bien, y todos los comentarios de la gente son muy positivos. Encantadísima de que así sea.

¿Tiene a alguien que siga sus pasos?
En el pequeño comercio y estos oficios tan concretos, el relevo está difícil, pero también necesitamos un poco más de apoyo de las instituciones. Antes parecía que el que iba a la pescadería, peluquería, hostelería… era el que no valía para estudiar. Ahora vemos que a parte de servir pescado, tenemos que prepararlo muy bien, porque el cliente cada vez es más exigente. Hay que asesorar y para eso hay que saber mucho. Son conocimientos que vamos adquiriendo, vas estudiando, leyendo… Hay que saber de nuevas tecnologías… Hay que saber de todo y para eso hay que formarse, pero no existe una formación. Hay cursillos, pero falta un planteamiento. Si queremos que este oficio siga, hay que meterlo de alguna manera en el plan de formación profesional; porque es algo muy específico y no tiene nada que ver con el módulo de comercio en el que te enseñan a vender en una tienda de ropa. Es muy importante para el sector; porque en el momento que se encuentren con una buena profesional detrás del mostrador, que te sepa explicar, la gente se va a animar más a consumir pescado, porque lo va a hacer con más seguridad. Siempre que te lo explican todo bien, te da seguridad.

Es más complejo de lo que parece.
Sí. Y tienes que pasar tu rato con las personas. Yo me acuerdo cuando era pequeña, nadie limpiaba nada. No se concebía limpiar pescado, era muy raro, con el tiempo hemos ido a más. Con las clientas que antes te pasabas tres minutos, porque era pesar y cobrar, ahora te pasas veinte. Nos encanta limpiar el pescado, es bonito, pero es trabajo.