Aritz Intxusta
Redactor de actualidad
Entrevista
Sabino Cuadra
Autor de ‘Sanfermines del 78: Los victimarios’

«Decidieron matar a Germán con un objetivo político y otro social»

Cuadra tiene muchas batallas, ha sido hasta diputado (por Amaiur, 20211). Sin embargo, al hablar de su segundo libro sobre los sanfermines de 1978 (el primero fue ‘Crimen de estado’, Txalaparta, 2019), usa siempre en la primera del plural, remarcando que es uno más de Sanfermines del 78 Gogogan. 

Sabino Cuadra, ayer durante el acto de homenaje a Germán Rodríguez junto a la estela.
Sabino Cuadra, ayer durante el acto de homenaje a Germán Rodríguez junto a la estela. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Ojalá el 8 de julio fuera un día de sanfermines como los demás: puro disfrute, pura exploración de límites. Desde que mataron a Germán Rodríguez, no es así. A falta de que se desclasifiquen los documentos de Interior y se descubra el origen de la orden de disparar a matar y su profundidad política, de lo ocurrido aquel día se sabe casi todo. La hora, el lugar de los disparos, los nombres de los heridos... El último libro sobre lo ocurrido (‘Sanfermines del 78: Los victimarios’. Txalaparta, 2025) no trata sobre eso, sino que se centra en clarificar el momento político, el contexto. Y en retratar quiénes se ensuciaron las manos. Su autor, Sabino Cuadra, lo explica junto a la estela en la que se realizó el homenaje anual, esta vez con participación de Rozalén y Erramun Martikorena.

¿Por qué un segundo libro sobre sanfermines de 1978? ¿Qué se le quedó en el tintero en 2019?

La idea surge de ver cómo evolucionan los acontecimientos en cuanto a memoria en general y en sanfermines en concreto. Habíamos escrito el libro anterior, ‘Crimen de estado’, que recogía qué es lo que pasó, aunque habla de algunas otras cosas. Ese libro respondía a la pregunta «¿qué es lo que pasó?». Pero vimos que, aparte de expresar la verdad, el relato de hechos, parte de la historia quedó coja. El lector podía decir, al final del libro: «Vale, bien, es un crimen de estado». Sin embargo, no respondimos a las preguntas: ¿quiénes lo cometieron? y ¿por qué lo cometieron?

¿Cómo se responde a eso?

Pues profundizando en el contexto político que se vivía en Nafarroa en esa época y analizando también quiénes fueron las personas que decidieron que eso pasara.

Sobre este caso ha habido grandes logros en cuanto a memoria y verdad. Hay memoria, porque el día 8 para gran parte de la ciudad es indisoluble con la muerte de Germán. Las txarangas callan en los toros, hay un monolito que nadie se atreve a tirar otra vez, una estatua que es Lugar de Memoria, hay homenajes... En cuanto a investigación, hay libros, obras de teatro, una unidad didáctica para colegios e institutos... Lo que sí le concedo es que pervive es la impunidad.

Por eso, de lo que hablamos ahora es de quiénes fueron. ¿Cuál fue la trayectoria personal y profesional de cada uno. De dónde vino el comisario Rubio, qué es lo que hizo antes de venir aquí, qué hizo aquí, qué hizo en las semanas posteriores en otros puntos del Estado...

La Diada de aquel año fue salvaje.

Exacto. El comisario se marcha de aquí para tomar parte de una represión muy dura contra los independentistas en Barcelona, que dejó un muerto.

Gustau Muñoz.

Sí. Tenía solo 16 años. Lo mataron de un tiro en la espalda.

El libro no solo habla de la trayectoria comisario Rubio.

Claro, porque por encima suya estaba el comandante Fernando Ávila, que llegó a Nafarroa en marzo y se marchó en noviembre. ¿Adónde fue a parar Ávila? Pues ascendió en cosa de meses a teniente coronel y, después, a coronel... En fin, que seguir a toda esta gente dibuja un marco, cuanto menos, interesante. Y por supuesto, no podía faltar...

...el ministro Rodolfo Martín Villa.

Eso es. Nos interesaba sobre todo él, porque además de que formulamos una querella contra él, Martín Villa es una de las figuras centrales de todo aquello que pasó también en el plano político. Se suele tener la idea de que fue un ministro del Interior al que «le tocaron» los sanfermines y punto. No, no y no. Antes de esos sanfermines, Martín Villa estuvo negociando con Amadeo Marco [presidente franquista de la Diputación navarra] lo que sería el Decreto de Democratización de la Instituciones Forales. Fruto de esa norma, salió elegida en 1979 la primera Diputación de una forma antidemocrática. La copó la UCD, que luego jugaría un papel clave en el Amejoramiento. Lo relevante es que Martín Villa fue una figura que, desde que asumió como ministro hasta que cesó como ministro de Administraciones Autonómicas, estuvo viajando reiteradamente a Nafarroa para afianzar todo el nuevo entramado institucional. Era una persona con una relación directísima con las fuerzas de derechas de aquí, locales, y a cuyo mando respondían también las Fuerzas de Orden Público.

«Es relevante que la persona que manejaba toda esta actividad represiva en el conjunto del Estado fuera quien negociaba el futuro institucional de navarra».

Te recuerdo que la comisión investigadora de los hechos que se creó en su día declaró que lo sucedido en sanfermines de 1978 fue una actuación premeditada similar a otras que el Estado cometió en esas mismas fechas. Ya hemos comentado la Diada, pero es el momento también del 3 de marzo en Gasteiz, de los hechos de Montejurra, de asesinatos policiales en Málaga, en Tenerife... Es relevante que la persona que manejaba toda esta actividad represiva en el conjunto del Estado fuera quien negociaba el futuro institucional de Navarra. Es legítimo pensar que una cosa no tuvo que ver con la otra, pero nosotros prensamos que sí tenían mucha relación, que no se entienden por separado.

O sea, que aunque siempre hablamos de Sanfermines del 78, en el fondo, poco nada tiene que ver esto con los sanfermines en tanto que fiesta. Era parte de un operativo más grande.

Decidieron matar a Germán con un objetivo político y otro social. El social fue castigar a una población navarra que, en los últimos años, había pasado de ser una provincia leal a un territorio rebelde. Era uno de los rebeldes, si no el que más, gracias a las huelgas generales, a la potencia sindical y obrera. No querían un sindicato como el que había, asambleario u solidario, sino una cosa más moderada, más a la europea. Pero el objetivo político claro, como fue el que desde el PSOE, los demócratas, los nacionalistas y las distintas formaciones de izquierdas un estatuto político para las cuatro provincias y la autodeterminación. Eso tenían que desactivarlo por narices. Y una de las herramientas del estado, como todos sabemos, es la represión y la creación de miedo.

¿Y triunfaron o no? Porque casi 50 años después, los jóvenes de entonces seguís organizando el recuerdo.

A lo que es el núcleo que queda organizado en Navarra en torno a la memoria, a esos no. Nos dio más razones para seguir peleando. El ver cómo toda aquella barbarie se produjo y sigue impune te anima a seguir. Sin embargo, si nos centramos en los objetivos políticos generales, entiendo que sí, que esos sí que los consiguieron. Ahí están esas dos realidades institucionales diferentes, una para la CAV y otra para Navarra, que están apalancadas ahora en la Constitución y en los dos estatutos. El objetivo social… pues siguieron las huelgas generales en Navarra, pero es evidente que el sindicalismo ha cambiado en alguna medida. Aquel sindicalismo que pudimos ver aqui en Motor Ibérica, Potasas o el de Gasteiz… ahora es distinto.

También cambiaron los sanfermines. El día 8 ya no se entiende sin Germán.

Ahí fracasaron. En el programa de sanfermines del año siguiente no había una sola referencia. Empezaron con la matraca de «Fiesta sí, política no». No les valió. Resano hizo 4.000 carteles de San Fermín agarrando un bote de humo. Se los requisaron todos. Y aquí seguimos.