06 JUL. 2025 MÚSICA R.E.M (Paul Natkin | Getty Images) Gotzon Uribe Con la reciente entrada del verano, el grupo R.E.M. publica su tercer álbum, “Fables of the Reconstruction” (1985), obra que marca un giro estilístico significativo en su carrera. Lejos de la luminosidad de sus dos primeros discos, este trabajo se sumerge en una atmósfera más sombría y compleja, reflejando tanto su evolución musical como los desafíos personales y creativos a los que han hecho frente durante su producción. Tras el éxito de “Murmur” (1983) y “Reckoning” (1984), R.E.M. se encuentra en la encrucijada del tercer álbum, una etapa crítica para muchas bandas. Para este disco han decidido alejarse de la producción de Mitch Easter y Don Dixon, colaboradores en sus anteriores discos y han optado por trabajar con el productor británico Joe Boyd, conocido por su trabajo con artistas como Nick Drake y Fairport Convention. Una elección que muestra una clara intención de explorar nuevos territorios sonoros y líricos. Las sesiones de grabación que han tenido lugar en Londres durante el invierno han estado cargadas de momentos de tensión. El clima frío y lluvioso, combinado con la meticulosidad en el trabajo de Boyd, contrastaba con el enfoque más espontáneo que la banda había experimentado anteriormente. Peter Buck declaraba que «llovió todos los días que no nevó» y la banda ha expresado cierta frustración por la minuciosidad del proceso en la producción, ya que esta se alejaba de la energía cruda que deseaban transmitir. Musicalmente, “Fables of the Reconstruction” se caracteriza por su atmósfera densa y envolvente. Canciones como “Feeling Gravity's Pull” y “Auctioneer (Another Engine)” presentan capas sonoras complejas y una producción más elaborada que sus predecesores. La instrumentación incorpora elementos del folk británico, con el banjo y el piano destacando en temas como “Wendell Gee” aportando una sensación de cierta melancolía. Líricamente, Michael Stipe da un paso significativo al abandonar su estilo críptico habitual para adoptar una narrativa más directa y conceptual. El álbum está impregnado de mitología sureña, con referencias a personajes como “Old Man Kensey” y “Wendell Gee”, cuyas historias reflejan temas de alienación y búsqueda. Probablemente esta transición hacia una lírica más accesible permite a la banda conectar con una audiencia más amplia, aunque sin perder su esencia introspectiva. Se trata de un disco ambicioso y maduro, donde la producción más pulida muestra una nueva paleta sonora en el mundo de R.E.M.. Su enfoque experimental y su profundidad en los textos lo presentan como un testimonio de la capacidad de la banda para reinventarse sin perder su identidad. En un momento en que la industria musical está dominada por fórmulas comerciales, seguramente este nuevo álbum ayudará a consolidar a R.E.M. como una de las bandas más innovadoras y respetadas de la escena alternativa. D. Tan - Shinko Music | Getty Prince & The Revolution El séptimo álbum de Prince & The Revolution, “Around The World in a Day”, marca una ruptura tras el éxito de “Purple Rain”. Con influencias claramente psicodélicas, sonidos orientales y capas orquestales, el disco apuesta por una experiencia envolvente. Es un álbum que discurre entre la psicodelia pop y el funk insinuante y de alguna manera eclipsa el estallido comercial anterior. Resalta su filiación con la psicodelia negra en diferentes conexiones con Sly Stone, Hendrix y Curtis Mayfield. El disco es un audaz manifiesto personal, un tour de force lleno de introspección urbana y una apuesta a contracorriente.