Ocio digital y patrones oscuros

Los patrones oscuros son prácticas que se dan en el entorno digital y que condicionan a las personas a realizar acciones no previstas o deseadas, como gastar dinero, ceder datos personales sin saber para qué se utilizarán o pasar más tiempo en una página web o aplicación.

Hay muchos ejemplos, como cuando la red social parece leernos la mente y solo nos ofrece contenido sobre un tema que, casualmente, acabamos de buscar; o nos aparecen anuncios, ofertas y pop-ups constantes que empujan a comprar más de lo que se tenía previsto. Estas técnicas agresivas de manipulación y de diseño adictivo son parte de una estrategia que trata de sacar el máximo partido a los datos personales. Son los llamados patrones oscuros, que afectan sobre todo a personas vulnerables, o en periodos como la infancia y adolescencia, a través principalmente del ocio digital (videojuegos, etc). Entre las técnicas empleadas están:

• Creación artificial de sensación de escasez. Ofertas por tiempo limitado cuando en realidad los objetos virtuales no son escasos, pero promueven su compra.

• Shaming. Muestra lo que el jugador o la jugadora podría haber ganado si hubiese realizado una compra.

• Influencers. Tienen un gran impacto en los menores

• Publicidad encubierta. Se muestran productos por medio del juego para promocionarlos.

• Monetarias. Como, por ejemplo, las monedas premium, porque el tipo de cambio entre dinero real y moneda del juego oculta el precio real de los artículos.

Así que se recomienda establecer parámetros de control parental, como es la gestión del tiempo de juego, el control del gasto económico y el control de la comunicación.