7K - zazpika astekaria
el proyecto planetario de yab

Human. Miserias y grandezas del ser humano,vistas desde el cielo

A vista de pájaro, la belleza de un paisaje suele dejarte sin respiración. Pero si le das al zoom, a la búsqueda del detalle, puedes toparte con sus miserias y, si hay suerte, sus virtudes. Algo así pasa con “Human”, el último proyecto del fotógrafo Yan Arthus-Bertrand. Se ha planteado esbozar un retrato del ser humano, viajando a lo largo de este mundo en guerra y crisis, y lo ha hecho con una factura bellísima… pero, entre las loas, también le han acusado hasta de cursi.


Líderes del mundo, ayúdennos a tener una vida digna», grita una mujer mirando a cámara. Es una de las más de 2.000 personas entrevistadas a lo largo del mundo por el equipo de “Home”, el megaproyecto con el que el famoso fotógrafo y realizador francés Yan Arthus-Bertrand «prologa» la conferencia sobre medioambiente que se celebrará próximamente en París. No se puede negar que el filme ha conseguido lo que buscaba, que es provocar un debate sobre la condición humana... o, por contra, sobre la condición de su autor. Depende del prisma con el que se mire. Eso sí, nadie pone en duda la belleza de esta película. ¿Pero es una belleza vacía?

La Tierra vista desde arriba. «Yo soy una persona entre siete mil millones. Durante los últimos cuarenta años, he fotografiado nuestro planeta y su diversidad humana, y tengo la sensación de que la humanidad no está haciendo ningún progreso. No siempre conseguimos vivir juntos. ¿Cuál es la razón? No busco una respuesta en las estadísticas, sino en el hombre mismo». Las palabras son de Yan Arthus-Bertrand (París, 1946). YAB, como se le conoce en un Estado francés tan dado a los acrónimos, descubrió la fotografía tarde, a los 30 años, cuando estudiaba el comportamiento de una manada de leones en Kenia, suspendido en un globo de aire. A partir de ahí empezó una larga carrera de publicaciones en los medios más punteros del mundo, creó Altitude, la primera agencia de fotografía especializada en fotografía aérea, y arrancó el primero de sus grandes proyectos: la creación de un banco de imágenes de la Tierra vista desde arriba, patrocinado por la Unesco. Su libro “La Tierra vista desde el cielo” (1999) tuvo un éxito apabullante, con más de tres millones de copias vendidas. Conocido también por su compromiso ecologista, durante cinco años filmó “Vu du Ciel” para la cadena pública francesa de televisión y dio el salto al cine con “Home” (2009) y “Planet Ocean” (2011). Presidente de su propia fundación, GoodPlanet, con “Human” ha ido más allá, porque la película no es una sino muchas y el proyecto, un intento de convertirse en un movimiento planetario, según dice. Para ello, YAB cuenta con un buen respaldo económico, en forma de mecenazgos, y el apoyo incluso de la ONU, cuya sede acogió el estreno mundial de “Home” por todo lo alto el pasado día 12.

Un megaproyecto que está en Youtube. Un plano fijo, un fondo negro y los testimonios de gente de todo el mundo, desde un veterano de guerra norteamericano a un combatiente sirio, pasando por un intocable de la India y un inmigrante «atascado» en Calais, que hablan sobre sus experiencias personales y las cosas que nos unen a todos: amor, tristezas... Como un respiro para el espectador, se intercalan entre los testimonios imágenes captadas en helicóptero de lugares de todo el mundo. Esto es, básicamente, “Home”, una película que ha costado dos años de trabajo, 110 rodajes en 60 países y 2.020 entrevistas personales traducidas de 63 lenguas, resumido todo ello en tres horas de metraje. Con un presupuesto de 11 millones de euros y financiada por la fundación privada sin ánimo de lucro Bettencourt Schueller –una de las familias más ricas del Estado francés–, “Home” forma parte de una amplia ofensiva multimedia que incluye el apoyo de Google y Youtube –todo el material está colgado gratis en la red–, proyecciones gratuitas, kits pedagógicos para las escuelas, un DVD, un libro y conferencias... Por cierto, que la única excepción en las entrevistas, realizadas a personas anónimas, la supone la presencia del testimonio del ex presidente uruguayo José Mújica. Ex guerrillero del movimiento Tupamaro, preso durante 13 años y presidente entre 2010 y 2015, Mújica dice, entre otras muchas cosas, que «es miserable gastar la vida para perder la libertad». YAB intentó incluir a Bill Gates, pero «no logramos hacerle decir nada personal, ni nada emotivo», admite.

Más humanista que ecologista. A sus 70 años, parece que Bertrand se encuentra en un momento especial de su vida. Se define como «más humanista que ecologista» y, de hecho, actualmente se muestra crítico con el ecologismo militante. Aquí, algunas de sus ideas: «Tenemos necesidad de una revolución. No será política, ni científica, tampoco económica, será una revolución espiritual. Vendrá de la ética y la moral. El día en el que haya un cambio de comportamiento personal, el mundo cambiará (…). Mi mensaje es que eres tú quien va a cambiar el mundo, nadie más. Como decía Gandhi: ‘Sé tú mismo el cambio que quieres ver en el mundo’. Actualmente pienso que el mundo ecologista es un mundo de combate. Pero yo no veo así la ecología. La veo más amorosa, como algo que produce bienestar. Vivimos en un mundo un poco paranoico, donde unos nos peleamos con los otros, cuando deberíamos querernos un poco más».

«Helicologista» y «ecotartufo». Si él tiene contradicciones con el ecologismo, otro tanto sucede con el propio ecologismo francés hacia su persona. Su «doble lenguaje» en materia medioambiental y su mensaje un tanto naif y algo egocéntrico –de cuando proyectó “Home” en el Elíseo a Sarkozy, suele contar que, durante dos horas, el entonces presidente «ni cogió el teléfono»– provoca sarpullidos en gran parte del movimiento ecologista de su país. Tampoco se le perdona su trayectoria profesional –fue fotógrafo profesional del rally París-Dakar durante décadas–, ni que sus proyectos cuenten con el apoyo económico de mecenas que buscarían hacer una limpieza de cara con su apoyo a iniciativas verdes. El hecho de que un ecologista trabaje desde un helicóptero tampoco le ayuda mucho, la verdad. Todo esto le ha valido epítetos como «helicologista» o «ecotartufo». Poco importa que él se defienda diciendo que lo que contamina lo compensa en carbono –«la compensación de carbono es un arma formidable. Los ecologistas la atacan y no lo entiendo. Si todos quienes toman un avión compensasen el carbono, cambiaría el mundo, proporcionaría mucho dinero para luchar contra la deforestación en los países del Tercer Mundo», así como que «hay que respetar a la gente que te da dinero para hacer tu película sin nada a cambio, es algo muy valiente». Sin duda, el varapalo más duro que ha recibido ha procedido del diario “Liberation”: lo más suave que se dice sobre su “Home” es que es «cursi»... y un «fresco humano-turístico». Se le recuerda a su realizador que procede de las filas de la derecha y se le acusa, entre líneas, de su «buenismo»… y de tener un ego bastante monumental. Entre otras lindezas se afirma que «este hombre ama a la gente y ama que la gente le ame a él. Es como John Lennon y el Gigante verde juntos».

Eso de elegir mecenas tiene su cosa. Lo cierto es que la presentación de “Human” le está trayendo bastantes malos momentos y sofocones a YAB. Sus contradicciones aparecen hasta en las, a priori, citas tan «blancas» como la que tuvo con Francetv.info, la revista de información de las televisiones públicas francesas. Preguntado sobre la razón de que apoyase públicamente la candidatura de Qatar a la Copa del Mundo de Fútbol de 2022, reconoció que «fue una gran estupidez. Les conocía muy poco. La fundación de Qatar me ayudó a financiar ‘Home’: compró los derechos de la película para todos los países árabes. Me pareció genial, porque son los países productores de petróleo. Cuando vinieron a verme con su proyecto de Copa del Mundo diciendo que desmontarían los estadios para enviárselos a los países en vías de desarrollo, y que todos los transportes serían compensados en carbono, me entusiasmó. Por eso les apoyé y lo dije en la televisión. Vi luego que los estadios tenían aire acondicionado. Fue una estupidez y lo asumo».

La Galaxia YAB. A principios de este mes se anunciaba que la fundación GoodPlanet abrirá en 2016 un «palacio ecológico» en pleno Bois de Boulogne parisino. Tras la cesión por treinta años por el Ayuntamiento de los terrenos, la fundación dará inicio a unos trabajos que costarán 6,6 millones de euros, la mitad de ellos de financiación privada. Será un elemento más de la que se podría denominar la “Galaxia YAB”, que está constituida, por un lado, por lo que se podría considerar la parte más personal de YAB –su agencia de fotografía aérea Altitude– y, por otro, por la Fundación GoodPlanet, que él mismo preside y que impulsa proyectos relacionados con la educación, a la vez que produce y distribuye los trabajos del fotógrafo de forma gratuita en centros escolares, instituciones públicas y ONGs.