22 MAY. 2016 PANORAMIKA Apostar IKER FIDALGO ALDAY {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} En 1993 el Ayuntamiento de Alcobendas (Madrid) abrió las fronteras de su certamen artístico, centrado principalmente en pintura y fotografía, para la creación de una colección fotográfica en la que a día de hoy conviven talentos consagrados y autores emergentes de todo el Estado español. Esta recopilación contiene una sugerente amalgama de propuestas que abarcan desde el documentalismo de los años 50 hasta las tendencias más actuales. El Centro Huarte de Nafarroa ha sido testigo hasta hoy de una propuesta realizada desde los fondos de la colección que lleva por título “La fotografía ha muerto. Colección Alcobendas”. Esta muestra –que es la segunda parte de un proyecto que se inició en abril con la exposición “La emoción de la luz” en La Ciudadela de Iruñea– se ensarta de lleno en un cuestionamiento de la fotografía como “víctima” de su propia evolución. Si José Luis Brea introdujo el término postfotografía para referirse a las opciones que la postproducción digital plantea sobre el proceso fotográfico, el paso de la emulsión química a píxeles propone nuevos espacios de reflexión y producción creativa que aparecen a través de las piezas que conforman la compilación. La veracidad fotográfica ha perdido su fiabilidad exclusivamente documental, pero por otro lado es hoy una fuente inagotable de creación visual que adapta sus fuerzas y recursos para múltiples cometidos. Joan Fontcuberta, Esther Ferrer, Ouka Leele, Irene Grau y Daniel Canogar son algunos de los nombres que aparecen representados en esta multitudinaria exposición en la que la base conceptual y su carácter pluridisciplinar constituyen su principal atractivo. Al abrigo de la plataforma Eremuak y dentro de su programa Harriak, podemos disfrutar hasta el 29 de mayo de la exposición HALO en el espacio ARENATZarte en Gueñes (Bizkaia). La interesante labor comisarial de la asociación Ant-Espacio reúne en esta ocasión el trabajo de Iranzu Antona, Zigor Barayazarra, Mikel del Río Morán, Santiago Fernández Mosteyrín, Amaia Molinet y Rafael Munarriz en un sugerente espacio expositivo en el que el entorno natural y una estructura acristalada suponen un aporte ineludible al montaje definitivo de las piezas. El título de la muestra es el acrónimo de un concepto en inglés (High Altitude Low Opening/Gran altitud Baja apertura), que define un tipo de salto de paracaidismo, y, a su vez, posee otros significados que nos remiten a la energía que se genera en torno a los cuerpos, e incluso al círculo de luz difuso que rodea un punto lumínico. Todas estas acepciones enmarcan la propuesta expositiva desde un tono poético, que ahonda en la forma de relacionarnos con las obras. Estas aterrizan en un espacio compartido, recontextualizan sus significados y crean una convivencia en la que las diferentes narraciones componen un cuerpo común que es la propia exposición. El salto es entonces un riesgo pero también una apuesta por disfrutar del vuelo. Cada pieza que compone HALO realiza su propio salto y toma tierra en un marco creado para tal ocasión. Es el público visitante el que, como siempre, debe terminar el proceso para dotarlo de un sentido final.