19 JUN. 2016 SORBURUA El riego de verduras TERESA MOLERES {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} Cuando a las verduras les falta agua les produce un stress hídrico que a unas les hace marchitarse y a otras les provoca la subida prematura de espigas con semillas. Además, la sensibilidad a las enfermedades aumenta con la proliferación de pulgones y moscas blancas. Se impone el buen riego, pero sin caer en extremos. Con exceso de agua las verduras y plantas condimentarias pierden sabor, y las enfermedades criptogámicas de las raíces aparecen con virulencia. Los casos extremos provocan la podredumbre de las raíces y debilitan toda la planta. En el caso de las lechugas, para que las semillas no salgan antes de tiempo, hay que mantener el suelo fresco con riegos regulares. A los rabanitos les sucede lo mismo. Con los melones y pepinos, que tienen hojas muy grandes por donde se evapora el agua, se imponen riegos espaciados y abundantes. Las necesidades hídricas de los tomates cambian según su etapa de crecimiento. Riegos moderados cuando son plantitas, importantes durante su crecimiento y limitados cuando los frutos están madurando. En cuanto a las vainas, no les gusta la falta de agua en el momento de la floración ni cuando están formando las vainas nuevas. Para acertar con el riego contamos con dos sistemas. Están los “tubos microporosos”, fáciles de colocar, imputrescibles y que se pueden reutilizar durante varios años con los que economiza hasta el 60% de agua. Consiste en llevar el agua directamente hasta las raíces. Es práctico porque se adapta a la configuración del terreno y no les afecta el viento. Es el riego apropiado para cultivos en hileras de verduras iguales o diferentes, pero con las mismas necesidades de agua. Para aumentar el ahorro de agua y evitar la evaporación, los tubos se pueden enterrar. El otro sistema es el de “riego gota a gota”. Se utiliza para regar las raíces sin humedecer las hojas y solo aportando la cantidad mínima necesaria. El sistema programado por un centro de riego lleva el agua a través de tubos hasta diversos goteros. Se usa en cultivos espaciados con verduras de necesidades diferentes. Útil en los cultivos en tiesto. Para regar las nuevas plantaciones de semillas es mejor recurrir a la regadera tradicional a la que se acopla un difusor que permite regar en lluvia fina para no desplazar las semillas.