26 JUN. 2016 PANORAMIKA Disidencias IKER FIDALGO ALDAY {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} El orden social se sirve de múltiples herramientas que le permiten mantener las estructuras jerárquicas que lo sustentan. Los discursos hegemónicos se insertan en las mentes como opciones incuestionables y construyen así elementos diferenciadores entre lo aceptado y lo marginal. Los mecanismos de poder deciden quién y cómo entrar en su propio orden que, a su vez, define y confronta a quienes quieran vivir de diferente manera. La reivindicación de la disidencia, como una potencia política que desafía la imposición, pasa por fortalecer los lazos de la resistencia a una sociedad dominante. Los cuerpos se convierten en espacios de conquista desde los que expulsar las imposiciones, que están grabadas en nuestras partes más irracionales, para poder reivindicar muchas más formas de ser, sentir, querer y amar. Ato Malinda (Kenya, 1981) presenta en la galería Kalao de Bilbo la exposición “Una exploración de sí misma: su espejo”. Este título tan autorreferencial abre la puerta a una serie de dibujos y fotografías que indagan en la creación del autorretrato y la identidad propia. Desde una eminente posición feminista, la artista residente en Rotterdam propone unos trabajos en los que, a pesar de la ligereza del trazo y la pulcritud del dibujo, conjuga referencias casi mitológicas con claras alusiones a la sexualidad. Hasta el día 15 de julio se podrá disfrutar de la primera exposición individual de Malinda en el Estado. Es, sin duda, una gran oportunidad para acercarnos al interesante trabajo de la creadora africana. La Taller de Bilbo alberga hasta el 30 de junio la exposición Ficciones patógenas /Fikzio patogenoak a cargo de Duen Xara Sacchi (Aguaray, Argentina, 1974). Un compendio de dibujos, grabados, archivos, notas y textos componen la exposición como un proceso de investigación que indaga, desde un planteamiento autobiográfico, sobre las imposiciones y la regularización de los cuerpos. Desde un acontecimiento concreto sucedido en su infancia, Sacchi construye una propuesta que nos acerca a una serie de creaciones de alta carga poética pero enraizadas en un posicionamiento político sobre la exclusión, la diferencia y la representación del cuerpo. Ambas muestras coinciden en plantear la creación artística como una posibilidad para la alteración de los imaginarios. El trabajo político que puede proponer el arte es a través de la construcción de relatos, nuevas miradas y chispas que prenden diferentes mechas. Las procedencias de Malinda y Sacchi (Kenya y Argentina) acarrean, a su vez, sensibilidades que superan el punto de vista meramente occidental. El discurso de colonización agrega una capa más al sometimiento y a la imposición y también potencia la relevancia de su posicionamiento político como un acto de responsabilidad y reivindicación identitaria.