Equilibrio en la cabeza y en las piernas

Usar turbante es una costumbre ancestral en diversas culturas del planeta. Para los sikhs es una seña de identidad y algo más, puesto que no se cortan el pelo siguiendo sus creencias religiosas como forma de respeto a su Dios. Ese trozo de tela les permite proteger sus cabellos del polvo y la suciedad, aunque, según el tamaño de la prenda y la maña de su propietario, hay quien tarda hasta media hora en colocárselo. En las celebraciones, como en la reciente Fateh Divas, lucen sus mejores galas. Pese a que los turbantes suelen medir entre 5 y 7 metros, arriba se puede ver a Baba 'Avtar' Singh con uno enorme de 650 metros, que pesa más de 45 kilos, mientras asiste a la exhibición de equilibrio de un miembro del ejercito sikh que, con un ejemplar más pequeño, es capaz de galopar de pie sobre dos caballos. El turbante hace tiempo que entró en el Guinness World Record y su propietario es un sikh, por supuesto.

Fotografía:

Narinder Nanu