07 DIC. 2025 SALUD ¿Conductas navideñas que se asemejan al TCA? Las fiestas navideñas están relacionadas con la ingesta de alcohol y comida en abundancia en las tradicionales comidas y cenas familiares. Hay además quien pretende compensar los excesos con formas que recuerdan a los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), una enfermedad mental. (Getty images) Xandra Romero {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} Ahora que estamos a menos de un mes de celebrar las navidades, como todos los años me asalta un sentimiento de cierto malestar cuando veo que las redes y la prensa en general se inundan de mensajes del tipo “Plan detox para Navidad”, “¿Adelgazar en Navidad?, ¡sí es posible!” o “La dieta de los 7 días para compensar los excesos navideños”. Para alguien que trabaja en el ámbito clínico de la conducta alimentaria, este tipo de conductas son cuanto menos muy cuestionables. Y es que, cuando trabajo con los familiares de pacientes que sufren un trastorno alimentario (TCA), y llegadas estas fechas, les explico lo incongruente que resulta que en el entorno familiar de estos pacientes se den por normales estos comportamientos, y esto a veces suele suscitar incomprensión. Bajo mi punto de vista, que a las personas que padecen un TCA se les esté exigiendo que dejen de compensar una sobreingesta o un atracón y el resto del mundo dé por normal restringir la ingesta alimentaria las semanas o días previos a la Navidad para después ponerse hasta arriba de alcohol y comida o al revés, o que, tras una comilona navideña, al día siguiente se haga un ayuno parcial o completo, me parece incoherente. Parece que todo lo que se hace en nombre de la pérdida de peso es válido y aceptable o, más bien, aceptado mientras que el mismo hecho, la misma conducta y modo de relacionarse con la comida y con el cuerpo es cuestionable y con derecho de ser juzgado cuando se contextualiza dentro de un diagnóstico clínico. Y es que, ¿cuánto se parecen que una persona con un diagnóstico de bulimia tenga un episodio de atracón o sobreingesta alimentaria y se machaque después en el gimnasio para compensarlo y que alguien que come de forma impulsiva durante la cena de Navidad, porque lleva a dieta los días anteriores, se machaque del mismo modo en el gimnasio para compensar el “exceso”? Juzguen ustedes mismos. Los TCA son una de las enfermedades mentales más graves pero, no son solo eso, son trastornos donde la relación con el propio cuerpo y la alimentación están muy deteriorados, algo que es totalmente extensible a una grandísima parte de la sociedad y por eso, hoy en día, es tan difícil detectar o distinguir lo que es “normal” o lo que es un diagnóstico de TCA.