14 DIC. 2025 GASTROTEKA «Saltsa Nostra», falta pan para tanta salsa El chef de 7K vuelve a uno de sus temas favoritos, el pan y las salsas. Esta vez para compartir su gusto por untar con una publicación en formato de cómic titulada «Saltsa Nostra», un thriller gastronómico donde las recetas de Sergio Ortiz de Zarate se mezclan con una trama para salvar la buena cocina. Almuerzo-presentación del número 2 de «Saltsa Nostra», celebrado a finales de noviembre en Bilbo, mientras los cocineros Hideki Matsuhisa y Sergio Ortiz de Zarate prepararon platos que aparecen en el cómic. (Jaizki Fontaneda | FOKU) Javi Rivero {{^data.noClicksRemaining}} Para leer este artículo regístrate gratis o suscríbete ¿Ya estás registrado o suscrito? Iniciar sesión REGÍSTRARME PARA LEER {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Se te han agotado los clicks Suscríbete {{/data.noClicksRemaining}} Creéis que el pan es la mejor receta jamás creada? ¿La más rica, la más sencilla y la más práctica? Los que siguen la gastroteka o me siguen por redes, bien saben que soy de masa madre. Y es que no conozco mayor placer que el de untar un pedazo de buen pan en una yema de huevo cuando está recién frito. No es que haya pocas cosas más ricas que esta, es que directamente no las hay. Dos productos que, además, son tremendamente asequibles y que unen dos cualidades de los alimentos que nos producen un placer superior; el crocante del pan y la cremosidad de la yema. Si unes la mejor receta del mundo, el pan, y la mejor salsa del mundo, la yema de huevo, el resultado no puede ser otro que el mejor bocado del mundo. Y si alguno de los lectores no está de acuerdo, que calle ahora y calle, también, para siempre. Porque esto es así, y punto. Familia, analicemos la acción de mojar pan. Se trata de humedecer un pedazo de pan con una salsa, un aceite o una sopa. Tan sencillo como suena y tan redundante como invita a serlo. Poco se habla, aun así -quizás por estar asociada la acción a un momento poco “fino” y de placer casi íntimo-, a ninguna de las recetas en las que la salsa sea protagonista. ¿Por qué tras una receta con salsa no se invita a mojar pan al final? En una receta en la que se invita a comer un plato de cierta forma, podría caber un «rebáñese con pan los restos de salsa o invite a mojar el pan si los acompañantes en la mesa fueran sus invitados». Sueño con más libros de recetas que rompan con las formas y los moldes y se salgan de los formalismos clásicos. Sí, amigos, sueño con más libros que se salgan de lo normal porque haberlos, los hay. Y precisamente hoy toca hablar de uno de ellos: “Saltsa nostra”. O no sé si debería de referirme a estos libros como las salsas nostras, porque ya van dos y sabemos que serán ni más ni menos que trece. No es que sea un libro que rompa moldes, formas de hacer y maneras de contar una receta, es que hasta la forma en la que lo presenta está fuera del alcance orbital de lo terrestre. Pero empecemos por explicar qué es “Saltsa Nostra” y en qué consiste este proyecto. “Saltsa Nostra” podría llegar a definirse como un cómic de cocina que relata “la lucha de los mejores chefs del mundo contra el imperio de la corrupción (gastronómica)”. Se trata de un relato que mucho tiene de verdad, en el que la gastronomía es el eje central de una historia tremendamente bien contada y de una forma gráfica divertidísima. Además, participan cocineros de renombre de la talla de Karlos Arguiñano, Jordi Roca, Eneko Atxa o Hideki Matsuhisa. Y, ¡ojo!, que no solo cuenta una historia. Un libro de cocina, es un libro de cocina y un cómic de cocina, por muy cómic que sea, si es de cocina, habla en algún momento sobre las cosas ricas del comer. Y, siendo así, he de decir que en cada una de las entregas, al final, se recogen las recetas de los protagonistas de la propia entrega. Este proyecto se convierte así en un arma culinaria de doble filo, necesaria para combatir la corrupción de las grandes cadenas, como diría Sergio Ortiz de Zarate, AKA: el martillo vasco. Sergio es quien, además de protagonizar la primera edición, crea e impulsa el proyecto junto con Iker Bildosola. “Kozinatu eta iraun”. O, lo que viene siendo, “cocina y resiste”. Este se alza como uno de los lemas principales del proyecto. Toda una declaración de intenciones que, de forma irónica, pone sobre la mesa la creciente falta de cocina y proyectos de verdad, que, a su vez, abre paso fácil y viste de rosas un camino llanísimo a la todopoderosa industria de las cadenas de comida rápida. Por no haceros más spoiler, os invito a visitar su web (saltsanostra.com) para que os hagáis con estos cómics, que seguro se convertirán en una pieza de colección indispensable en cualquier librería culinaria. Resumo lo leído y vivido hasta ahora como un libro que aborda y cuestiona con ironía y humor, uno de los mayores retos a los que se enfrenta nuestra identidad culinaria, el mantenerse viva, fuerte y coherente. Bravo por el mensaje, por la intención y, sobre todo, por el cómo. Chapeau. Tenemos ante nosotros lo que ojalá sea un movimiento culinario/cultural con el que acercar la literatura y la gastronomía, también a los más enemistados con ella. Se trata de un formato que se disfruta y absorbe a uno por completo. En serio, pocas veces me leeréis recomendar un libro de cocina de esta forma, pero es que realmente merece la pena. ¡Ojo! Que os estoy solucionando uno de los conflictos navideños por excelencia, la compra de regalos. Y no sigo porque va a parecer que me patrocinan y no es así. Toca decir que, para disfrutar del libro a otro nivel, también hay que atreverse con alguna de las recetas que os he mencionado y se ubican al final de las obras. Yo todavía no lo he hecho, pero tened por seguro que lo haré y os lo contaré. Vivimos a toda pastilla y no nos sobra tiempo para cocinar todo lo que nos gustaría, y tampoco nos sobra tiempo para leer. Todo es cuestión de preferencias… Por eso me atrevería a decir que mojar pan en “Saltsa Nostra” convalida las dos acciones. Porque, si lo habéis leído, no os resistiréis a lanzaros con una de las recetas… Eso sí, nunca más cocinaréis una salsa vizcaina con tomate y sin acordaros de Sergio. Y, si no lo habéis leído y Sergio os pilla cocinando una salsa vizcaina con tomate, tranquilos que os hará tragar el libro a golpe de martillo (para entender esta parte, es mejor que os compréis el cómic). Al final va a resultar que no os falta tiempo, lo que os va a faltar es pan para mojar tanta salsa nostra. Zorionak Sergio, Iker eta konpainia! Lan bikaina eta beharrezkoa egin duzue! «Saltsa Nostra» podría llegar a definirse como un cómic de cocina que relata la lucha de los mejores chefs del mundo contra el imperio de la corrupción (gastronómica)