La presidenta de la asociación Clara Campoamor, Blanca Estrella Ruiz, reclamó ayer que «se busque» a las mujeres que aparecen en las fotografías requisadas a Juan Carlos Aguilar, autor confeso de las muertes de Jenny Sofía Rebollo y Maureen Ada Otuya en 2013, para saber «si están vivas» o han podido ser víctimas del acusado. «No sabemos si están vivas o muertas, ¿dónde están esas mujeres?», preguntó la portavoz de la asociación que ejerce la acusación popular.

Ruiz explicó que se ha intentado sin éxito añadir las acusaciones de detención ilegal, racismo y violencia machista, dado que entre las imágenes requisadas una corresponde a la mujer con la que el homicida confeso mantenía una relación.

La presidenta de Clara Campoamor indicó, asimismo, que la agravante de ensañamiento que acusaciones particulares y popular aprecian en las muertes de Rebollo y Ada Otuya tiene consecuencias en la aplicación de beneficios penitenciarios para el acusado y en su consideración como preso de especial peligrosidad. «No es lo mismo 20 años que 25, que 30» ni «ir a la cárcel por un asesinato con ensañamiento, premeditación y alevosía», explicó Ruiz.

Dentro de la sala de vistas, el ertzaina encargado de la instrucción del atestado declaró ayer que en el gimnasio propiedad del acusado encontraron fotos y vídeos de siete mujeres más, con algunas de las cuales pudieron contactar porque sus números de teléfono aparecían en el móvil de Aguilar.