El Ibex no se dejó arrastrar por las caídas del resto de Europa y acabó en verde. Según los analistas, se trató de una sesión de consolidación después del fuerte avance de la semana pasada, en la que volvía a asentarse sobre los 11.400 puntos. No fue un día de grandes referencias en el ámbito macroeconómico y todo giraba en torno a la reunión del Eurogrupo. Aunque no se conocieron nuevos pasos adelante en las negociaciones, sí se difundieron en paralelo informaciones y rumores más amables de lo habitual respecto a Grecia. De momento, Atenas pagó los 750 millones del préstamo al FMI un día antes de la fecha pactada. Además, se ha flexibilizado la postura de Alemania sobre el referéndum anunciado por Tsipras para aprobar los nuevos sacrificios y recortes del programa de rescate de la troika. Sin embargo, también se filtraron noticias de un plan del FMI para hacer frente a un hipotético impago de la deuda.

Así las cosas, el Ibex pudo terminar con 11.424,70 puntos, tras anotarse un leve 0,18%. Este pequeño porcentaje cobraba más importancia en una jornada con caídas del 0,24% en Londres, del 0,31% en Fráncfort, y del 1,23% en París. Por valores del Ibex, destacó el salto de Abengoa (+6,39%). Por detrás se colocaron las constructoras. Sacyr ganó un 3,71%, OHL, un 1,78%, y FCC, un 1,64%. Entre los pesos pesados, el Ibex solo encontró apoyo en Telefónica (+0,58%), mientras que BBVA e Inditex, los peores, bajaron un 0,43%.

En el CAC, el más castigado era Airbus (-2,07%), tras el accidente del A-400M en Sevilla el sábado. Orange y L'Oréal perdieron un 1,90%. El mejor fue Lafarge (+1,37%), que celebró la aceptación de su fusión con Holcim por parte de los accionistas de la firma suiza.