Sin que se hiciese público, la primera plantilla txuri urdin se quedó ayer sin su jornada festiva dominical y, en su lugar, David Moyes, dolido por lo que vio en La Romareda, dirigió una sesión a puerta cerrada basada fundamentalmente en lo táctico, de cara a corregir errores de sus pupilos. Castigo o profesionalidad –cada cual puede ponerle el adjetivo que quiera a la decisión del escocés–, lo cierto es que el preparador británico no está nada contento, lo que es lógico por otra parte, con la pretemporada de los suyos.

De hecho, esta fase de preparación de la Real es la peor de entre todos los conjuntos de Primera. Cierto es que el nivel de los rivales a los que se ha medido la escuadra guipuzcoana puede considerarse superior al de otros oponentes, pero ello no evita reconocer unos números ciertamente preocupantes.

Por ejemplo, los escasos cinco goles que han anotado en los nueve encuentros disputados es una cifra paupérrima, superados en eficacia incluso por los recién ascendidos Sporting, Las Palmas y Betis. A tener en cuenta como dato importante en este apartado goleador el hecho de que tres de esos cinco tantos se marcaron en los últimos diez minutos del encuentro ante el Panathinaikos en Anoeta.

Un gol encajado por partido

A ello se une la circunstancia de que en seis de los nueve envites comentados, los txuri urdines no consiguieron perforar la meta del contrario. En cambio, sí que se han mostrado endebles a la hora de resguardar el marco propio. De hecho, los de Moyes han encajado un promedio de un gol por partido y solo en tres encuentros el adversario no consiguió anotar.

Parte de la explicación a tan nefastos guarismos, especialmente en lo que se refiere a la parcela atacante, radica en la ausencia de futbolistas importantes en dicha área del campo, caso de Carlos Vela, o el fichaje tardío de un goleador, como es Jonathas. Junto a ello, todavía cabe esperar el acoplamiento de otros futbolistas que han llegado en este mercado veraniego y de los que se espera mucho de ellos en el fútbol ofensivo txuri urdin, léase Bruma.