El Ibex no pudo dar la zancada que se suponía cuando llegó a subir más de un 1%. Se conformó al cierre con un pequeño paso, un avance del 0,39%, que le aupó hasta los 10.377,20 puntos. En el resto de mercados europeos el signo fue también positivo: París sumó un 0,82%, Fráncfort, un 0,70%, y Londres, un 0,35%. Por tanto, podría hablarse de que los inversores se mueven con prudencia cuando se está encarando el final del ejercicio.

El ruido por los problemas en Portugal y Grecia no ha empeorado, de momento, el panorama en las bolsas. Tampoco ha suscitado ningún nerviosismo hasta ahora el conflicto que enfrenta a Madrid y Catalunya por la aprobación en Barcelona del proyecto independentista. Más tensión está generando la espera de las cruciales decisiones de los bancos centrales a ambos lados del Atlántico. De momento, el turno es para el BCE, que podría elevar el precio del aparcamiento del dinero a las entidades financieras y abrir el programa de compra de deuda a bonos municipales o regionales. Después entrará en acción la Fed, según la mayoría de expertos, para elevar los tipos de interés, aunque sea de forma testimonial.

En la sesión de ayer, con Wall Street a medio gas por celebrarse el Día del Veterano, no hubo referencias relevantes. Por valores del Ibex, Amadeus (+1,61%), IAG (+1,51%) y Caixabank (+1,39%) se colocaron al frente de los ganadores. De los pesos pesados, Santander (+0,87%) fue el mejor. En el lado de los perdedores, despuntó Abengoa (-2,45%), que ha perdido el brillo provocado por la entrada de Gestamp en el accionariado.

En el CAC de París, Vivendi (-5,84%) se vio arrastrado por la caída del beneficio, mientras que Crédit Agicole (+3,74%) encabezó a los alcistas.