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Bush tira la toalla tras Carolina del Sur y Trump es favorito hoy en Nevada

Hijo y hermano de expresidentes de EEUU, Jeb Bush, anunció tras su tercera derrota en unas primarias (la última el fin de semana en Carolina del Sur) su retirada de la carrera republicana a la Casa Blanca.

Tras arrancar con un colosal apoyo financiero de los lobbies y las grandes empresas y la bendición de su partido, el exgobernador de Florida (1999-2007) era el gran favorito y parecía la mejor esperanza para la reconquista de la Casa Blanca por parte del Old Party.

Casado con una mexicana, Columba Garnica Gallo, perfecto conocedor del castellano y convertido al catolicismo, el menor de los Bush se postulaba como un candidato con posibilidades ante el electorado latino, cada vez más decisivo a la hora de decidir quien gana y quien pierde unas elecciones en EEUU.

Campaña calamitosa

Pero nunca logró despegar. Sus malas actuaciones en los debates televisivos y una campaña sin gancho le depararon unos resultados calamitosos en los sondeos, confirmados matemáticamente en las urnas. En los caucus de Iowa, pistoletazo de salida de las primarias, logró un exiguo sexto puesto y un 3%. En New Hampshire, logró una magra cuarta plaza y un 11% de preferencias, muy lejos de Donald Trump, Ted Cruz e incluso de un casi desconocido John Kasich.

Carolina del Sur, el sábado pasado, era su último asidero para seguir en carrera. Para ello hizo venir a su madre y ex primera dama, Barbara Bush, quien desde el principio se había mostrado contraria a una tercera candidatura de un Bush a la Presidencia tras la de su marido, George Herbert (1989-1993) y la de su hijo, George Walker (2001-2009), quien también acudió la pasada semana al rescate de su hermano a Columbia.

Su intento a la desesperada –el legado de Geroge W. Bush es difícilmente vendible– no resultó y repitió la cuarta plaza.

Era demasiado y su tercera derrota (8% de los votos), junto con los llamamientos para que dejara de arrastrarse por el suelo de las primarias, le convenció para anunciar, entre lágrimas, su adiós, lo que confirma el crepúsculo de una saga, los Bush, que –para mal– han marcado la historia de EEUU en los últimos decenios.

El «pim pam pum» de Trump

En su despedida, el ya exaspirante reivindicó que «pese a lo que habéis oído, las ideas cuentan, las políticas cuentan», en un mensaje a Donald Trump, quien durante este arranque de campaña ha sido el ariete de Bush, a quien humilló una y otra vez.

La carrera republicana hacia la nominación presidencial, convertida ya prácticamente en una contienda entre Donald Trump, Marco Rubio y Ted Cruz tras el abandono de Jeb Bush, continúa mañana martes con el caucus del estado de Nevada. Tras la retirada de Bush, Rubio vuelve a despuntar como el candidato del establishment republicano para frenar a Trump.