GARA
DAMASCO

Alepo descansa de las bombas pero sufre la peor penuria de agua de los años de guerra

La ciudad de Alepo saborea desde hace cuatro días el cese de los bombardeos, pero se muere de sed. Los habitantes a uno y otro lado de la línea del frente padecen la peor penuria de agua en cinco años de guerra. «La situación general ha mejorado desde el comienzo de la tregua, es posible procurarse de todo... menos agua», afirma Abu Nidal, de 60 años, que reside en el barrio rebelde de Al-Maghayer. Los combates en la ciudad dividida entre barrios bajo control rebelde y otros en poder del régimen han destruido las bombas que llevaban agua a los barrios residenciales y los generadores eléctricos. La distribución se volvió impredecible. La situación empeoró con el ataque de la aviación rusa a la principal planta de tratamiento de agua de la provincia, controlada por el ISIS. Privó de agua a 1,4 millones de habitantes en Alepo y alrededores, según Unicef. Los habitantes deben aprovisionarse en pozos improvisados –con riesgo para su salud– o comprar agua a distribuidores privados, muchas veces a precios desorbitados.

En su camioneta, un joven transporta agua extraída de agujeros cavados en las inmediaciones de la ciudad. Luego llena con una bomba los depósitos de los tejados de los edificios. «Son los príncipes de Alepo, porque todo el mundo los necesita», explica Jana Marja, estudiante que vive en el barrio siríaco, controlado por el régimen. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los barrios bajo control del Gobierno son los más afectados debido a la mayor densidad de población. Cada mañana, hombres, mujeres y niños hacen cola con bidones de plástico delante de pozos y cisternas públicas. «Esperar se ha convertido en un oficio, unas personas pagan a otras para que les guarden el sitio en la fila de espera», añade Jana Marja. En el barrio insurgente de Bustan al-Qasr, el comerciante Abu Amer explica que «aunque el agua ya estuvo cortada durante un mes, esta interrupción es la más larga desde el comienzo de la guerra en Alepo».