En uno de los sumarios destacados en su comunicación dirigida al Parlamento Europeo, al Consejo y al Comité Económico y Social relativa a «un plan de acción sobre el IVA», la Comisión Europea (CE) deja claro cuál es su objetivo: «Hacia un territorio único de aplicación del IVA en la UE-Es hora de decidir».

Aunque su tramitación puede ser muy compleja, la CE ha elaborado un calendario muy ambicioso, ya que se desarrollaría entre este año y el siguiente. Consecuentemente, «invita» a las instituciones implicadas a «elaborar orientaciones políticas claras tan pronto como sea posible y a confirmar su disposición a apoyar las acciones» recogidas en esta comunicación.

La dificultad es mayor teniendo en cuenta que se requiere unanimidad de los Estados miembros para cambiar cualquier aspecto del sistema del IVA. Pero la Comisión advierte de que «mantener la situación actual tampoco es la solución».

En su opinión, es «urgente» reformar ese sistema en base a cuatro ejes: simplificar su uso por parte de las empresas –«la complejidad está ahogando a las empresas, especialmente a las pymes»–; combatir el «creciente riesgo de fraude» –estimado en 170.000 millones de euros–; aumentar su eficiencia; y lograr una mayor confianza entre las empresas y las administraciones fiscales, así como entre todas las instituciones fiscales que conviven en la UE.

Fragmentado

En su análisis, la Comisión incide en que el actual sistema del IVA, que fue concebido como transitorio, está fragmentado y deja abierta la puerta al fraude ya que las operaciones nacionales y transfronterizas son tratadas de manera diferente e, incluso, los bienes o servicios todavía pueden adquirirse sin IVA dentro del mercado único.

Para solventar esos problemas, la CE tiene la intención de presentar una propuesta legislativa, junto a otras iniciativas vinculadas, para establecer «un régimen de IVA definitivo».