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TOKIO

El Gobierno nipón asegura que el seísmo no ha afectado a la central de Sendai

Un fuerte terremoto de 6,5 grados en la escala abierta de Richter golpeó ayer la prefectura de Kumamoto, en el sudoeste de Japón, causando el derrumbe de algunos edificios, donde varias personas quedaron atrapadas, según las autoridades niponas.

El terremoto, cuya intensidad se revisó al alza desde los 6,4 grados de magnitud medidos inicialmente, se registró a las 21.26 hora local sin que la Agencia Meteorológica de Japón declarara alerta de tsunami, y tuvo su epicentro en la prefectura de Kumamoto y su hipocentro a unos 11 kilómetros de profundidad. El seísmo alcanzó el nivel 7 en la escala japonesa, que se centra más en las zonas afectadas que en la intensidad del temblor, en el distrito de Mashiki, al este, donde se sitúa el aeropuerto de Kumamoto.

La Policía recibió unas 450 llamadas de emergencia, algunas alertando de que varias personas habían quedado atrapadas bajo sus casas.

La agencia local Kyodo indicó, por su parte, que más de una decena de casas se desplomaron.

Las imágenes difundidas por la televisión nipona mostraron cómo los edificios se balancearon violentamente, y en instalaciones como la estación de bomberos de la ciudad el seísmo hizo que sillas y mesas cayeran, y las ventanas resultaran dañadas. Unas 16.300 viviendas de Kumamoto se quedaron sin luz y se cortó el suministro de gas en unas 38.000 casas.

El ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, compareció poco después del terremoto para informar de que no se han registrado anormalidades en la central atómica de Sendai, la única de Japón que tiene actualmente reactores en funcionamiento, y de que ésta sigue operando con normalidad.

Se trata del primer seísmo que alcanza el nivel 7 en la escala nipona desde el potente seísmo del 11 de marzo de 2011, que generó un devastador tsunami que barrió la costa del nordeste y provocó en la central de Fukushima la peor crisis nuclear desde Chernóbil.