El recién elegido primer ministro de Ucrania, Vladimir Groisman, se comprometió ayer a seguir impulsando las reformas necesarias para sacar al país de la crisis, tras ser elegido por el Parlamento con el apoyo de una amplia mayoría. «Sacar al país de la crisis y garantizar que continúen las reformas son las dos tareas clave que afronta el nuevo Ejecutivo. Nuestro objetivo es poner las bases para un desarrollo económico estable», dijo ante los diputados.

Aseguró que su Gobierno se basará para su trabajo en los documentos básicos que definen el plan de reformas legales y el Acuerdo de Asociación firmado con la UE.

Groisman, que hasta ahora era el presidente de la Rada (Parlamento), fue elegido en sustitución del dimisionario Arseni Yatseniuk y después de varios meses de crisis política en el país.

Mirando a Occidente

La Cámara aceptó la dimisión de Yatseniuk, que renunció la semana pasada después de resistirse dos meses a las presiones de todos sus socios de Gobierno, que le achacaban falta de voluntad para llevar adelante las necesarias reformas que demandan Occidente y las instituciones financieras y acabar con la corrupción. «El nuevo Gobierno, como el anterior, seguirá sin desviarse del rumbo hacia la integración europea. No se ha cambiado ni una coma en los documentos que determinan las bases de las políticas interna y exterior de Ucrania», afirmó el presidente, Petro Poroshenko.

Groisman dejó claro que su Gobierno nunca reconocerá la pérdida de Crimea ni de Donbass. «Esta herida se curará solo cuando se restaure la integridad territorial del país», declaró.