El consejero de Empleo y Políticas Sociales de Lakua, Ángel Toña, respaldó ayer en la Cámara la retirada de la Ayuda de Garantía de Ingresos (AGI) por la Diputación de Gipuzkoa argumentando que el sistema es «una bomba potencial» para determinados municipios, y añadiendo que el perfil de las personas beneficiarias no tiene nada que ver con el de las perceptoras de la RGI, cuyas restricciones intenta paliar. «El 90% son extranjeros», dijo.

EH Bildu llevó el asunto al Parlamento para conocer la opinión de Toña sobre la decisión del Gobierno foral de Markel Olano. «Si el objetivo de esta pregunta es poner en un aprieto mi figura, no voy a entrar en ese debate», respondió Toña a la soberanista Eva Blanco. Las declaraciones que ofreció a continuación estaban sustentadas, según el consejero, en la información que los responsables de los servicios sociales «gobernados hasta hace poco por vuestro grupo [EH Bildu]» le habían facilitado.

Reconoció el consejero que «la ayuda nació en un contexto político determinado que no quiero calificar, y no se midieron bien los resultados». Pero Blanco sí que le recordó los orígenes de la prestación: el recorte en 2011 sobre la RGI cuando Patxi López era lehendakari. «Sin ese recorte la AGI no hubiera hecho falta», sentenció la parlamentaria abertzale.

El responsable de Políticas Sociales sugirió que debía haber sido una ayuda «transitoria», porque, en caso contrario, se generan «distorsiones», y puso como ejemplo el caso de Bizkaia y Gipuzkoa, «que siempre habían ido a la par en peso porcentual, y sin embargo en los dos últimos años Gipuzkoa casi le saca un punto porcentual en la tasa de inmigración».

También citó los «orígenes atípicos en localidades de poca experiencia inmigratoria previa», como Ordizia, Goierri y Azkoitia, así como los «perfiles con un margen de empleabilidad limitadísimo y con una posible y clara tendencia a la cronificación y, en consecuencia, determinada bomba potencial en algunos municipios y servicios sociales».

Equiparar derechos

Desde EH Bildu reprocharon a los jeltzales que se escuden en «excusas» e invitaron al PNV a que si quiere «equiparar derechos en todos los territorios» lo haga «por arriba, no por abajo, no recortando». También le propusieron acabar con el recorte que sufrió la RGI en 2011.

La afirmación de que estas ayudas tienen un «efecto llamada» lo desmintió Eva Blanco aclarando que «el número de personas extranjeras que ha llegado a Gipuzkoa se ha reducido». Así las cosas, denunció el tinte «xenófobo» de los argumentos de la Diputación asumidos al pie de la letra por Lakua.