Una de las mayores sorpresas del debut de Eusebio esta temporada en Primera División con la Real es que no responde a lo que se espera de técnicos que salen del Barcelona impregnados por una filosofía del fútbol que nadie discute. Cuando Luis Enrique salió del Barcelona B y se fue al Celta buscó en cierta medida seguir con el estilo de juego azulgrana y eso provocó que fuera elegido para hacerse cargo del mejor equipo del mundo. Se podía esperar que Eusebio pudiera ser fiel a esa forma de entender del fútbol que no se atreve a discutir ningún entrenador, cada uno con sus retoques, pero no tanto por los rivales como por la personalidad de cada técnico. Sin embargo, Eusebio se ha destapado como un estratega que cambia su equipo en función del rival para cada partido. Contra el Sevilla colocó a Zurutuza y Oyarzabal en bandas y a Xabi Prieto en la media punta, ante el Barcelona cambió las posiciones de los tres para defender casi con una línea de seis y ayer Diego Reyes por momentos era más central que pivote defensivo para ayudar a Aritz e Iñigo con los delanteros del Villarreal. No es normal que técnicos con pasado azulgrana cambien cada partido para contrarrestar las virtudes de cada rival.