Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - EUROLIGA

Un «Loko» en la Final Four

Singleton reventó el desempate para los de Krasnodar ante un Barça que anotó 5 puntos en el cuarto final.

LOKOMOTIV KUBAN 81

BARCELONA 67


Loko goes Loco, rezaba una pancarta del Basket Hall de Krasnodar; es decir, «el Loko se vuelve loco». Y como para no: en su segunda participación en la Euroliga, el Lokomotiv Kuban de Krasnodar se colaba en la Final Four sabiendo sufrir, recuperar el factor cancha en la prórroga del cuarto partido y dejando al Barça en ¡5 puntos! en todo el perIodo final. Con sus 14 millones de presupuesto, no le falta dinero, pero se presentará como cenicienta a la cita berlinesa, al «derbi» que lo enfrentará al CSKA de Moscú y a la historia.

Esta vez no fue Randolph. Ni Delaney. Fue Chris Singleton quien reventaba el desempate. Anotó los 12 primeros puntos de su equipo en el cuarto final, valiéndose de su buena mano, del cansancio de Tomic y un Dorsey más bajito y lento. El Barça, en cambio, gripó ante la defensa rusa. Una canasta de Abrines y tres tiros libres de Oleson fue cuanto se llevó a la boca el equipo de Xavi Pascual, encajando un parcial de 23-5 que lo descarrilaba del camino a Berlín, dejando a Laboral Kutxa Baskonia como único representante ACB.

Velocidad y alegría

Sorprendía el ritmo del partido. Nada de especular y jugar a 24 segundos. Diversificando el ataque de forma inesperada antes de que Delaney entrara en calor, el Lokomotiv Kuban se iba 10-2 ante un Barça en el que solo Perperoglou tenía algo de clarividencia ofensiva.

Los de Bartzokas le daban alegría al desempate con un juego de pases y cortes agresivo, nada que ver con el abuso de los triples de varios de los anteriores partidos, ni del abuso de Randolph en el tiro. Broekhoff y Voronov, además, aportaban valiosos puntos de la «intendencia».

El Barça, con todo, aguantó el primer envite, 26-21, gracias a la entrada de Abrines y el recuperado Dorsey, hasta el punto de que los de Pascual lograban un parcial de 0-7 y volteaban fugazmente el luminoso. Pero en estas Delaney, que sumaría 11 puntos en el segundo asalto, tomaba el mando del duelo.

El de Baltimore se erigió en tirador puro, sacando de quicio a un Barça que, gracias a la garra de Samuels se mantenía vivo, pero lejos de la estela rusa. Delaney cerraba su gran primera mitad con su segundo triple para poner el 50-39 al descanso.

Del colapso ruso al blaugrana

Y cuando mejor lo tenía el Lokomotiv Kuban, llegó la zona 2-3 de ajustes del Barça y todo cambió. Primero llegó Navarro, con dos triples y una asistencia para Satoransky. Solo Broekhoff ofreció su nivel en ese tercer perIodo que acabaría 58-62, mientras que Tomic también comparecía, sintiéndose más liberado con cuatro exteriores –Perperoglou de ala-pívot– y defendido –es un decir– por Randolph.

Pero Bartzokas sentó a un mal Claver y a Randolph, metió a Janning y Singleton, y llegó el escándalo. Singleton encestaba 12 puntos seguidos. El Barça se ofuscó y no volvió a anotar desde el 73-67, con el remate de las pérdidas de Arroyo y los tiros errados por Perperoglou y Ribas. Janning remató la eliminatoria con dos triples, y el Basket Hall se volvió loco por su Loko.

Adams: «Jugar la NBA sería un sueño»

Los bases de Laboral Kutxa Baskonia, tanto Darius Adams como Mike James, están de moda. En el caso de Adams, sobre todo por sus 41 puntos al Fuenlabrada.

No sería de extrañar que algún «trasatlántico» llamara a su puerta. No quiso desvelarlo Adams, ni tampoco si el Baskonia le ha hecho una oferta de renovación, pero sí reconoció que jugar en la NBA sería «un sueño» para él.

«Quiero terminar fuerte la temporada antes de pensar en mi situación personal», recalcaba el jugador estadounidense, pero confesaba que «jugar la NBA sería un sueño, pero ahora mismo no pienso en ello».

En ese sentido, el base valoraba «el gran trabajo» de Velimir Perasovic por «mantener centrados» a los jugadores en todo momento. GARA