Ya está aquí el final de Liga. Los 180 últimos minutos de competición y con ellos –y precisamente para añadir unos cuantos más– la emoción, los nervios, los transistores y las calculadoras. Le siguen haciendo falta estas a Osasuna tras su derrota en Tarragona, aunque por encima de cualquier cuenta se impone la victoria.

Con la clasificación tan apretada en la pelea por el play-off, cualquier tropiezo puede conllevar al más severo castigo, con lo que el triunfo resulta imprescindible. Pero el vaso también está medio lleno para quien haga los deberes y Osasuna, sin ir más lejos, puede asegurar esta misma noche su presencia en la promoción de ascenso. Necesita, para ello, ganar. Y que además pierdan Oviedo, Girona y Córdoba en esta jornada de duelos directos. Como también lo será la siguiente, en la que los rojillos visitarán a un Oviedo todavía en liza jugándose, en el mejor de los casos, el puesto exacto entre los seis primeros. De considerable importancia este año porque, por encima incluso del factor campo, los posibles empates ya no se decidirán desde el punto de penalti sino por el puesto en la clasificación a la conclusión de la Liga regular.

Certezas y dudas

Mal harían, de todos modos, los navarros echando cuentas ahora mismo. Sobre todo porque todas pasan por la misma premisa, ganar al Huesca. Un rival que llega al Sadar virtualmente salvado y con alguna hazaña en su haber como las victorias en Leganés o Almería pero cuya entidad tampoco tiene que importar a Osasuna, con una única idea en mente. «Jugamos en casa con 15.000 o 18.000 espectadores. Respetamos al Huesca, que es un buen equipo y hace las cosas muy bien, pero jugamos en casa y, desde el respeto, hay que ganarles», subraya Enrique Martín.

No todo son certezas, lamentablemente. Roberto Torres tampoco pudo entrenar ayer y será duda hasta el último momento. «No tengo ni idea. Una vez que estemos en el estadio, daremos la alineación», aseguró su entrenador que, por encima de otras circunstancias, primará que el que juegue «esté bien a tope».

Y es que el partido requerirá «un gran esfuerzo», por mucho que Osasuna vaya a estar arropado por «una afición apasionada e ilusionada, que va a empujar lo que está escrito y más. El equipo se va a vaciar».

Destaca Martín la «ilusión» con la que afrontan este match-ball los suyos, a los que ve más «tranquilos» que en otros momentos de la temporada, en los que ha percibido «más tensión». Y eso que, una vez llegados a este punto, la responsabilidad es evidente. Pero el técnico quiere que Osasuna lo afronte «disfrutando del momento». «Una vez que hemos llegado aquí, no podemos sufrir. Tenemos que jugar para divertirnos y para disfrutar del momento», aseguró, aunque subrayando que «tenemos que trabajar hasta el último día. Me encanta el ambiente que hay y sería muy bonito conseguir esta gesta». «Hemos trabajado mucho toda la temporada para ilusionar a la afición –añadió–, ahora no podemos fallar».

La Liga recuerda que la invasión de campo acarrea sanciones

Si Osasuna asegura hoy el play-off habrá muchas ganas de celebrarlo pero habrá que cuidar las formas porque desde la Liga recuerdan que las invasiones de campo están sancionadas.

Sanciones que irían desde multas muy cuantiosas hasta, incluso, el cierre del campo para los partidos de la promoción, lo que perjudicaría claramente a los rojillos.

Desde la Federación de Peñas, por otro lado, han organizado viajes a Oviedo, con y sin noche. Los interesados deben llamar al 680379557.

A.U.L.