Un equipo de la sociedad Aranzadi, encabezado por su presidente Francisco Etxeberria, llevó a cabo el pasado sábado la exhumación de los restos humanos que se hallaban en la sima de Otsaportillo, en Urbasa. Aunque no había ningún cráneo, las primeras impresiones apuntan a que se trata de los restos de al menos seis personas de la zona de Sakana que murieron a manos de los franquistas tras el golpe de Estado de 1936.

Estas exhumaciones se enmarcan dentro del convenio firmado entre el Gobierno de Nafarroa y Aranzadi. Técnicos de esta sociedad se encargarán ahora de extraer ADN de los restos óseos y cotejarlos con el ADN de los familiares para confirmar las identidades de las personas asesinadas.

La sima de Otsaportillo es un referente del terror franquista en Sakana. Tiene unos ocho metros de profundidad y es de fácil acceso. Jimeno Jurío ya confirmó en 1977 que allí había restos de fusilados, y años más tarde fueron guardados en una gran caja y dejados en el mismo lugar. Desde entonces han sufrido varias profanaciones y ataques fascistas, al igual que el monumento de recuerdo levantado sobre la misma sima.

Estos restos fueron sacados ayer en tres cajas por el médico forense Francisco Etxeberria, que dio unas pequeñas explicaciones a los asistentes. Entre ellos estaba Josemi Gaston, jefe de la sección de Memoria Histórica del Gobierno de Nafarroa.