Mikel INSAUSTI
MI HIJA, MI HERMANA

Bidegain debuta en la dirección con polémica

El prestigioso guionista zuberotarra Thomas Bidegain, colaborador esencial de Jacques Audiard y autor de grandes éxitos en el mercado francófono, debuta en la dirección con un tema candente y no exento de polémica. Habla de la guerra entre Occidente y el Islam desde la óptica de una familia europea, desintegrada a causa de dicho conflicto. Lo más curioso de todo es que el argumento no deja de ser una actualización del western clásico de John Ford “Centauros del desierto” (1956), tal como deja claro el título original de “Les cowboys”.

El de Maule-Lextarre cambia a los nativos o indigenas de los Estados Unidos por musulmanes, mientras que el hombre blanco deberá rescatar a su familiar tras largos años de búsqueda, con lo que John Wayne es reemplazado por el actor belga François Damiens. Al igual que le sucede al vaquero del original el tiempo jugará en su contra, y al final se encontrará con una mujer integrada en una cultura totalmente opuesta a aquella en la que nació y fue educada hasta la adolescencia. Resulta que se trata ya de una mujer que no permanece retenida contra su voluntad, sino que ha sido captada por el islamismo.

A Bidegain se le ha criticado que occidentalice de forma demasiado obvia a su protagonista, convirtiéndole en un fan de la música “country”. Y así la desaparición de la hija se produce en una feria americana en la que suenan baladas vaqueras de Patsy Cline o Connie Francis, con el consiguiente shock que supone para el padre enterarse de que tiene un novio musulmán y de que la chica está embarazada, motivos ambos de su huida. El interminable viaje comienza en el valle del Ródano, y seguirá por Bélgica, Holanda, Dinamarca, Turquía, Yemén y Paquistán. Transcurrirá más de una década hasta dar con ella, entre 1994 y 2005. Mientrás serán testigos de los atentados de Nueva York, Madrid o Londres.