Mikel INSAUSTI
MI PERFECTA HERMANA

Los trastornos alimenticios adolescentes vistos desde la niñez

Hay películas que van creciendo poco a poco, gracias a que se dan a conocer en los festivales internacionales. “Mi perfecta hermana” empezó ganando en su país el Premio del Público del festival de Göteborg, para luego llevarse en el de Lecce otra vez el del Público, además del de Mejor Guion y del FIPRESCI de la crítica internacional. Finalmente, ha sido incluida en la programación de este año de la 30 Muestra de Cine y Mujeres que se celebra en Iruñea. Todo este periplo tiene mucho mérito para la joven debutante Sanna Lenken, que antes de esta su ópera prima había hecho un corto titulado “Äta lunch” (Hora de comer) en el que ya abordaba el problema de los trastronos alimenticios en las chicas adolescentes.

La cineasta sueca ha utilizado en su primer largometraje una perpsectiva original, ya que contempla un caso de anorexia mezclado con bulimia en una adolescente a través de los ojos de su hermana pequeña, una niña de once años. La cría es la primera en darse cuenta de lo que sucede, y ello le acarrera su primer trauma educacional, al tener a su perfecta hermana del título en un pedestal. La tiene como el ejemplo a seguir, pero no tardará en darse cuenta de que su heroina es en realidad víctima del nivel de exigencia que se da en la modalidad de patinaje artístico, y que practica de forma obsesiva a través de duros entrenamientos.

La actriz infantil Rebecka Jospehson es el mayor descubrimiento de la pelicula, y es que es nieta del gran Erland Josephson, uno de los actores predilectos del maestro Bergman. El drama familiar lo vivimos desde su particular punto de vista, ya que se ve afectada por el miedo de unos padres que tardan en asumir la enfermedad, debido a que inicialmente se resisten a llevar a su hija al hospital. Pero mucho deporte sin comer resulta ser una combinación letal.