Iñaki SOTO
CRISIS DEL PERIODISMO

El «modelo GARA», institucionalizado

Este es un libro de metaperiodismo, pero no analiza el tema desde el punto de vista del arte de escribir, de la transición digital o del valor social de este oficio, aunque estos temas aparezcan a lo largo del texto.

La doble crisis del periodismo, tanto la particular, que venía de antes, como la económica general, ha puesto a partir de 2008 a miles de trabajadores y docenas de empresas en una situación límite. También a sus lectores y al debate público. Decenas de medios se han cerrado a ambos lados del Atlántico, con casos emblemáticos como las radiotelevisiones públicas de Grecia o Madrid; muchos medios se han sumido en ERE y reestructuraciones salvajes; algunos se han vendido y revendido a precios irrisorios, incluidas cabeceras históricas como el “Washington Post”, comprada por el dueño de “Amazon”, Jeff Bezos. Todo ello ha generado cierto interés social en el tema y un renacer de autores clásicos y nuevos, desde George Orwell hasta el último iluminati tecnófilo. Ha habido grandes textos y proyectos interesantes que han puesto su lupa desde o sobre el periodismo. La mayoría desde esas otras perspectivas, si se quiere más épicas.

Este no es el caso. El objeto de estudio de Cagé es la viabilidad de las empresas periodísticas en el contexto de la crisis económica, en el marco de las industrias del conocimiento y desde una perspectiva tanto empresarial como institucional. Todo ello partiendo de premisas políticamente relevantes: el periodismo es importante para la democracia, los medios de comunicación no son empresas como las demás, es importante salvarlas buscando un modelo para el siglo XXI que vigorice el sector y dé sentido a un apoyo institucional que es necesario pero que se debe articular de otra manera.

La propuesta de Cagé es un modelo a medio camino entre la fundación y la sociedad por acciones. Según ella, ese estatuto especial, similar al que tienen otras industrias del conocimiento como las universidades, permitiría a las empresas recabar fondos sin por ello convertirse en el capricho de magnates, ponderaría el capital y el poder interno, ofrecería una alternativa más estable a las cooperativas y garantizaría mejor la función social de los medios. Las ayudas estatales, que tal y como analiza Cagé tomando ejemplos de varios países son menores de lo que muchos piensan, se deberían reformar. Significativamente, el libro está, por un lado, precedido de una presentación de Thomas Piketty y, por otro lado, concluye con tres palabras: «Capitalismo, crowfunding, democracia». Esos son sus confines.

Es muy llamativo que, en cierta medida, la propuesta de Cagé contenga parte del «modelo GARA», solo que institucionalizado. Es decir, se daría dentro de un esquema de reconversión ordenada y concertada entre empresas, sociedad y gobiernos. En su entrevista a ZAZPIKA (http://goo.gl/K6yh6s) ella misma sugería la validez de este modelo.

Proveniente del ámbito universitario, Julia Cagé busca con este libro hacer sus tesis accesibles para un público más amplio que, sin embargo, no deja de ser relativamente reducido. No es suficiente con tener un interés «nivel usuario», por así decirlo, para que este texto te enganche de principio a fin. Menos aún para utilizar los recursos en línea que la autora y la editorial ponen al servicio de los lectores para contrastar los datos y profundizar en lo expuesto en el manuscrito. Una manera inteligente de hacer el libro más llevadero y de ofrecer ese otro material a quien quiera profundizar. En general, está bien escrito y no es difícil, tanto la temática como el enfoque son interesantes, pero en algunos momentos se nota demasiado su origen académico. No obstante, el esfuerzo merece la pena.