Raimundo Fitero
DE REOJO

Injusto

Ya me perdonarán Bakunin y Messi, pero hoy me he levantado con ganas de sacar mi otro yo a pasear. Hoy quiero ser injusto. Muy injusto. Casi tan injusto como la vida misma. Injusto de toda injusticia, voluntariamente, no como esa injusticia que se nos cuela por ignorancia o desenfoque de la mirada. Injusto cabal. Intentándolo. Me concedo veinticuatro horas de injusticia interesada. Abstinencia de buenrollismo, abolición del pensamiento positivo, nada de guardar las formas.

Estoy convencido que el votante del PP recuperado es el que se dio cuenta de que Jorge Fernández Díaz al conspirar para usar las cloacas del Estado para frenar al supuesto independentismo de CDC, estaba haciendo lo correcto. Lo mismo que cuando Felipe González y sus asquerosos ministros de la porra crearon el GAL y recibían votos por un tubo. La filtración de la conversación fue realizada de manera consciente para ganar votos conscientes. Los idiotas pensábamos lo contrario.

Por cierto, ¿por qué se le sigue dando cancha a Le Tour si se sabe que es el lugar donde más trampas y dopaje se ha experimentado en toda la historia del deporte? Quienes seguimos haciendo porras somos cómplices. Somos, algo así como votantes de los desvaríos de los gobiernos. Todo en diferido. Todo es relativo, principalmente nuestros principios morales y políticos.

Por adicción a la mierda política y periodística pasé un rato por “La Sexta noche”, ese programa que se repite constantemente que es de la misma talla moral que cualquiera de esas sesiones fascistas de 13 TV, pero con añadidos de colaboradores necesarios para engañar. Inda y Marhuenda forman un equipo invencible. El resto no se atreven a decirles la verdad en sus términos: que son unos pringados, sospechosos de estar a sueldo de las cloacas del Estado.