El amplio rebote acumulado por el Ibex la semana pasada dio paso ayer a una jornada de transición, en la que no se contó con Wall Street al celebrarse en Estados Unidos la fiesta del 4 de julio. Los bandazos de la sesión no pusieron nunca en serio peligro el camino recorrido al alza por el Ibex como respuesta al Brexit. En Europa, sin embargo, emerge una nueva preocupación por la situación de los bancos italianos, que han tomado el relevo de los españoles por su alta exposición a los créditos morosos. En concreto, ayer se señalaba desde el Banco Central Europeo (BCE) al Monte Paschi, que deberá reducirlos en 10.000 millones de euros, mientras la agencia de calificación crediticia Fitch ponía en duda que la solución para estos problemas sea la aportación de dinero público. El foco se centrará estas semanas en Italia, que lleva meses buscando las medidas apropiadas para salvar su sistema financiero.

El Ibex acabó con 8.255,90 puntos, después de ceder un 0,16%. En el mejor momento de la jornada superó los 8.300 puntos con holgura. El agotamiento era más evidente en el resto de las plazas europeas. Así, París retrocedía un 0,91%; Fráncfort, un 0,69%, y Londres, un 0,84%. En el Ibex, los peores fueron Mediaset (-4,44%), Gamesa (con -2,87%) e IAG (-1,39%). Las dos últimas compañías pagaron ayer sendos dividendos. En el lado de los ganadores, despuntaron Popular (+2,37%), ArcelorMittal (+2,35%) y Acerinox (+2,03%). Ninguno de los grandes valores, a excepción de Inditex (+0,07%) e Iberdrola (+0,83%), pudo evitar las pérdidas. Entre ellos, el peor era Repsol (-0,86%). En París, el sector del automóvil fue el más castigado. Valeo cayó un 4,39%; Peugeot, un 3,56%, y Renault, un 2,69%. Las acciones de ArcelorMittal (+2,16%) registraron la mayor subida.