La protesta contra la agresión sufrida por una joven la primera noche de los sanfermines fue multitudinaria. La gente se congregó en la Plaza del Ayuntamiento, el mismo lugar donde un día antes se lanzó el txupinazo. Esta concentración reunió más gente que el lanzamiento del cohete, ya que a diferencia de lo que ocurre el 6 de julio, no solo se llenó la plaza sino también todos los accesos a ella.

Los vecinos de Iruñea respondieron en masa, acudiendo a un acto que fue respaldada tanto por el Ayuntamiento como por el Gobierno y en el que estuvieron presentes el alcalde, Joseba Asiron, y la lehendakari Uxue Barkos. Sin embargo, la voz que se escuchó fue la del movimiento feminista de la ciudad. «Hacerle frente a la violencia sexista significa también acabar con relaciones de poder, transformar los modelos de masculinidad y feminidad que hemos interiorizado», afirmaron.

La joven, de 19 años, denunció haber sido agredida en un portal por cinco personas sobre las 4.00 horas de ayer. Gracias a la descripción, un policía foral del operativo del encierro pudo identificar y detuvo a cuatro personas cuando participaban en las vaquillas que se sueltan en la plaza. Posteriormente, se encontró y detuvo al quinto sospechoso en un coche.