Los hombres armados atrincherados desde hace dos semanas en una comisaría de Ereván mataron ayer con un fusil de francotirador a un policía, poco después de que varios blindados se acercaran a la zona controlada por los asaltantes. Las fuerzas autoridades dieron hasta las 16.00 hora local (13.00 GMT) para que los secuestradores, que mantienen varios rehenes, se rindieran. En caso contrario, las fuerzas especiales estaban autorizadas a «abrir fuego sin previo aviso.

Poco después de expirar el plazo, varios blindados llegaron al lugar, pero la situación era de relativa y tensa calma.

La buena posición táctica del grupo y su acreditada experiencia militar en la guerra de Nagorno Karabaj, junto a sus armas, dificultaban un asalto sin riesgo de bajas.

Además, 14 días después de que tomaran el control de la comisaría, los secuestradores parecen haberse ganado a muchos armenios.

El grupo exige la liberación de su líder político, el opositor y veterano de guerra Zhirair Sefilián, y la dimisión del presidente armenio, Serge Sargsián.