M.I.
MASCOTAS

Casi caben todas dentro de una sola película animada

S i se puede llegar a aceptar la existencia de “Los Minions”, con más razón es posible la convivencia con los animales domésticos de siempre, representados casi al completo en “Mascotas”. Hay bastante unanimidad a la hora de reconocer que este último largometraje animado del estudio Illumination, es el más logrado de cuantos ha hecho la compañía de Christopher Meledandry. Tanto en la parte técnica y visual, como en el desarrollo humorístico del guion, supera a otros títulos anteriores. Y así lo confirma también la taquilla, pues solo en los EEUU ha recaudo unos 275 millones de dólares, habiendo costado 75.

Para disfrutar de la película hay que olvidarse de la escasa originalidad argumental, al copiar a la competencia. El esquema es el mismo de “Toy Story” (1995), cambiando los juguetes por las susodichas mascotas. Conscientes de que, hoy por hoy, no alcanzan el nivel de Pixar, el título original se reconoce deudor de la casa del flexo, ya que traducido al completo es “La vida secreta de las mascotas”. Mucha de la gracia está en los diálogos entre los animales, justo cuando sus dueños salen de casa para ir al trabajo y se liberan por fin. En la versión original es un gran acierto la voz del genial humorista Louis C.K. para el estelar perro Max, y la de Kevin Hart para el conejo sicópata Snowball.