Crítico cinematográfico

¿En que se parece un cine a un zoológico?

Reconozco que no se hace lo suficiente para acabar con el maltrato animal, pero creo que cuando se habla de los derechos de los animales es difícil ponerse de acuerdo. Por un lado se prohibe a circos con especímenes salvajes en cautiverio instalarse en algunas ciudades, pero por otro no se desmantelan los zoológicos y demás parques donde hay ejemplares fuera de su hábitat natural. Y luego está la categoría de los animales domésticos, a los que sus dueños convierten en unos peluches con el pleno consentimiento de la sociedad.

Estoy harto de ver en televisión a animales amaestrados o youtubes en los que les disfrazan para que hagan gracia. La dignidad animal parece brillar por su ausencia cuando los humanos se empeñan en transformarlos en sus mascotas. Ya tienen restaurantes, hoteles, y ahora también se pretende que dispongan de su zona reservada en los cines.

Espero que toda esta campaña no pase de un simple reclamo promocional para el estreno del largometraje animado “Mascotas”, porque como experimento no le veo sentido. A no ser que se pretenda que en el futuro los adultos, además de pagar las entradas de toda la familia, tengan que adquirir en taquilla las de sus animales de compañía y el correspondiente pienso palomitero.