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TEL AVIV

Israel pone en el punto de mira a las ONG y a sus trabajadores en Gaza

Israel procesó ayer a un trabajador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo acusado de desviar a Hamas ayuda humanitaria de la ONU. La pasada semana, acusó de lo mismo a un palestino que trabajaba para la ONG World Vision, a quien imputó haber desviado 6,4 millones de euros al año a la organización islamista.

Israel ha procesado a un trabajador palestino del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) bajo los cargos de haber favorecido a Hamas, en el segundo caso de este tipo en una semana. De acuerdo a un comunicado del Servicio de Seguridad Interior israelí, el Shin Bet, el trabajador humanitario Waheed Abdallah Borsh, de 38 años y vecino de Yabalia, en el norte de Gaza, fue detenido el 16 de julio. Este ingeniero y encargado de proyectos de reconstrucción en el PNUD, fue ayer acusado formalmente ante el tribunal del distrito de Beersheva, al sur de Israel de ayudar en diferentes instancias a Hamas.

El jueves pasado fue imputado un directivo de la ONG cristiana estadounidense World Vision, Mohamed el Halabi, a quien acusó de desviar fondos millonarios para actividades de la milicia de Hamas, organización que ayer negó todas estas acusaciones en un comunicado.

Su portavoz, Sami Abu Zuhri, tildó de «falsas e infundadas las acusaciones israelíes relacionadas con la filtración de dinero del PNUD, Save the Children o World Vision». Aseguró que «forman parte de un plan de Israel para reforzar el bloqueo y asfixiar la Franja de Gaza persiguiendo a las organizaciones de asistencia internacional». «Su objetivo es restringir las actividades de las organizaciones humanitarias», reiteró.

Advirtió «a la ocupación israelí en contra de seguir adelante con esta política» y llamó a la comunidad internacional a «hacer frente a estas prácticas que tendrán consecuencias en caso de seguir».

El embajador israelí ante Naciones Unidas, Danny Danon, instó a la ONU a «expulsar a cualquier empleado que trabaje para Hamas».

El derribo de cinco edificios deja a 27 palestinos sin hogar

Israel destruyó ayer cinco edificaciones palestinas en el sur de Hebrón, al menos tres de ellas financiadas por la UE, y tres comercios en una aldea del distrito de Nablus, en Cisjordania. Cinco de las estructuras se encontraban en la aldea de Um al-Jeir, en el sur de las colinas de Hebrón, y tres de ellas habían sido recientemente reconstruidas y estaban ubicadas en las proximidades de una colonia. La ONG israelí Betselem, que condenó las demoliciones, difundió un vídeo en el que se aprecia una excavadora derribando en cuestión de minutos uno de los inmuebles que tenía un cartel de la UE. Denunció que 27 palestinos, incluidos 16 menores, se quedaron sin hogar a causa de estos derribos.

En la aldea de Sabastia, en el distrito de Nablus, tiraron abajo también un restaurante y dos comercios. Un convoy de decenas de vehículos militares y excavadoras israelíes irrumpieron en la zona y procedieron a derribar los inmuebles con el argumento de que no tenían la autorización por parte de las autoridades israelíes.GARA

Diez detenidos en choques por el preso palestino Bilal Kayid

La policía israelí detuvo ayer a diez personas en Ashquelon durante los enfrentamientos entre manifestantes palestinos y activistas de ultraderecha judíos frente al hospital Barzilai de la ciudad donde está internado el preso Bilal Kayid, en huelga de hambre desde el 15 de junio para exigir su excarcelación. Decenas de personas se concentraron en apoyo a Kayid, militante del Frente de Popular de Liberación de Palestina (FPLP), bajo detención administrativa.

Kayid, de 35 años y que tenía que haber sido liberado el 13 de junio tras 14 años en prisión por «delitos contra la seguridad», está hospitalizado a raíz del deterioro de su salud por la huelga de hambre, a la que se ha sumado progresivamente como muestra de apoyo un centenar de prisioneros.

El lunes, dirigentes del FPLP anunciaron ante la sede del CICR en Gaza su intención de sumarse a la protesta y denunciaron su actitud por reducir las visitas familiares a los presos de dos días mensuales a uno.GARA