M.I.
CUERPO DE ÉLITE

La bomba de Palomares vuelve a reactivarse

A estas alturas ya es sabido lo que opino sobre la dependencia de la industria cinematográfica estatal de las televisiones privadas, y del tipo de comedia retrógrada que han impuesto comercialmente, y que no es sino desde el punto de vista del mercado “pan para hoy y hambre para mañana”, por no hablar del grave empobrecimiento cultural que ello supone. A los del observatorio del ABC, recordarles que el tiempo se empeña en darme la razón, y que por si no bastaba con recuperar los chistes regionales del franquismo, ahora con “Cuerpo de élite” se les vienen a sumar los de guardia civiles. Y hasta el argumento da con la clave histórica, ya que la amenaza terrorista contra la que han de luchar los agentes reunidos con sus respectivos acentos catalán, andaluz, gallego, vasco, madrileño o latino, no es otra que la de la bomba de Palomares a la que no temió Fraga, y que ahora vuelve a reactivarse. Ni los Mossos, ni la Guardia Civil, ni la Ertzaintza, nadie va a quejarse por el trato recibido en esta parodia tan deliberadamente exagerada como para que cualquier parecido con una realidad mínimamente crítica sea una broma. Dicen que la risa tonta es muy contagiosa.