GARA
GASTEIZ

Zadorra Bizirik denuncia la muerte de 200 peces por un vertido en el río Zirauntza

En un contexto de degradación ecológica general en los ríos de la Llanada Oriental alavesa, un vertido en el Zirauntza a la altura de Araia ha motivado la denuncia de la plataforma Zadorra Bizirik, que emplaza a los responsables institucionales a tomar cartas en el asunto.

Zadorra Bizirik ha denunciado el estado ecológico de los ríos de la Lautada alavesa, sobre todo en su vertiente oriental, y en concreto ha llamado la atención sobre un vertido de espuma en el río Zirauntza, a la altura de Araia, que causó la muerte de unas 200 truchas el 15 de agosto. «La consideración de los ríos como meros colectores donde nos desahemos de nuestra mierda se hace evidente en este caso, porque si bien la espuma no era tóxica, el escaso caudal del Zirauntza en época estival ha sido fatal para la fauna acuática», añade el organismo ecologista, apostillando que «esto no es ninguna excusa, ni mucho menos exime de responsabilidad a los responsables».

«¿Cuándo vamos a entender que nuestros ríos son ecosistemas vivos que aportan servicios y bienestar a las personas?», se pregunta en una nota de prensa en la que lamenta que «es mas que evidente que el estado ecológico de los ríos de la Llanada Oriental está en sus horas más bajas, hasta el punto de atrevernos a decir que la situación de éstos, al menos en alguno de sus tramos, es la de ríos muertos».

Meros colecteros

Zadorra Bizirik critica asimismo que «en este caso los responsables del vertido aducen una cierta fatalidad en la muerte de fauna acuática del río Zirauntza», frente a lo que la plataforma se pregunta, por el contrario, «hasta cuándo vamos a seguir considerando nuestros ríos como meros colecteros; hasta cuándo vamos a tener que soportar la falta de sentido común y de una mínima reflexión sobre las consecuencias de sus actos; hasta cuándo vamos a tener que soportar la falta de sensibilidad y de respeto medioambiental de los responsables político-institucionales».

A este respecto, la plataforma exige al Ayuntamiento de Asparrena «la depuración de las responsablidades, tanto técnicas como políticas, del vertido de espuma que ha provocado la muerte de 200 truchas en el río Zirauntza», así como «la prohibición por parte del Ayuntamiento de vertidos de cualquier tipo de residuo, aunque no sean tóxicos, en el cauce del río Zirauntza». «Este no es un colector, sino un ecosistema vivo», apunta. Y a la Diputación de Araba y a la Agencia Vasca del Agua, como administraciones competentes en esta materia, les emplaza a que «exigan a los responsables del vertido las asunción de las responsabilidades del vertido».

En la nota de prensa, Zadorra Bizirik también se hace eco de «la situación de río muerto del Zadorra, en su tramo alto, hasta el punto de poder decir que su cauce se ha convertido en una cloaca, donde la presencia de metales pesados, productos peligrosos (lindano) y los generosos aportes de detergentes, grasas y aguas fecales por las obsoletas e infradimensionadas estaciones depuradoras de Agurain y Alegría-Dulantzi hacen de éste un río-cloaca altamente tóxico, donde la vida de la fauna acuática es inviable».