El ministro francés de Agricultura, Stéphane Le Foll, criticó ayer el precio que Lactalis paga a los ganaderos por su leche, el más bajo de los grupos industriales en el Estado francés, aunque señaló que no puede influir directamente en la empresa, líder mundial del sector.

«No tengo medios directos de presión», señaló Le Follen una entrevista a la emisora France Info pocas horas antes de que los sindicatos agrícolas anuncien de qué forma van a continuar sus protestas contra Lactalis para que incremente la remuneración.

Asumió, como argumenta Lactalis, que el precio que reciben los ganaderos por su leche en otros países europeos es todavía más bajo. Pero, a juicio del ministro, eso se justifica porque «en Francia se valora la leche de una forma diferente; se transforma en productos que dan más valor añadido. Por tanto, el precio que se paga al productor puede ser superior».

Lactalis indicó el viernes que a partir de setiembre pagará 15 euros más por cada 1.000 litros de leche, para subir hasta 271 euros, pero los sindicatos consideran esa cifra insuficiente.