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BRUSELAS

La CE obliga a Dublín a «recuperar» de Apple 13.000 millones de euros

Como estaba previsto, la Comisión Europea ha declarado que las ventajas fiscales que Irlanda concedió a Apple durante más de dos décadas incumplían las normas de la UE. Lo que faltaba por conocer era la cuantía de la «sanción», que será de 13.000 millones porque el periodo revisado no puede retrotraerse más allá del año 2003.

Tras una investigación iniciada en 2014, la Comisión Europea (CE) reclamó ayer, de forma indirecta, a Apple que devuelva 13.000 millones de euros por las ventajas fiscales recibidas en la República de Irlanda, al determinar que constituyeron ayudas públicas ilegales. El Ejecutivo comunitario ha concluido que Dublín concedió ventajas a la compañía dirigida por Tim Cook que le permitieron pagar «sustancialmente menos» impuestos que otras empresas, un trato «selectivo», según Bruselas, que le otorgó una «ventaja significativa».

Por ese motivo, Bruselas ha exigido a Irlanda que recupere un total de 13.000 millones de euros, más intereses, que corresponden al periodo comprendido entre 2003 y 2014. Aunque estas ventajas fiscales comenzaron en 1991, la Comisión puede ordenar la recuperación de ayudas ilegales durante un periodo de diez años anterior a la primera solicitud de información, que en el caso de Apple fue en 2013.

Como concretó la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ese trato de favor «permitió a Apple pagar una tasa efectiva del impuesto de sociedades del 1% de sus beneficios europeos en 2003 que bajó hasta el 0,005% en 2014 [que corresponde a 50 euros de impuesto por cada millón de beneficios]».

Compañías fantasmas

La CE explicó que Irlanda y Apple firmaron dos tax rulings o acuerdos fiscales: el primero en 1991 y el segundo –una actualización del anterior– en 2007. Esos beneficios fiscales contribuyeron a reducir «significativamente y artificialmente» los impuestos de Apple en Irlanda desde 1991 hasta 2015.

Estos tax rulings beneficiaron a dos compañías que pertenecen al grupo de Tim Cook (Apple International Sales y Apple Operations Europe), que venden y fabrican productos de Apple fuera de EEUU a cambio de realizar pagos anuales a su matriz, que destina las cantidades a la financiación del I+D. Estos pagos son deducibles de los beneficios obtenidos por ambas en Irlanda. Además, la investigación de Bruselas ha descubierto que la mayor parte los beneficios de ambas eran transferidos a empresas que «sólo existen en el papel» y que «no pueden haber generado tales beneficios». Los beneficios de esas compañías fantasmas no estaban sujetos a ningún impuesto en otro país.

Este dictamen ha llegado seis días después de que el Departamento del Tesoro de EEUU acusara a Bruselas de actuar como una «autoridad fiscal supranacional», a raíz de las investigaciones contra multinacionales como Apple, Fiat o Starbucks.

Como recogió GARA en su edición impresa del pasado viernes, el Ejecutivo europeo respondió señalando que no haría una excepción con la compañía de la manzana y que las normas comunitarias impiden conceder ventajas fiscales a una empresa sin que estén disponibles para sus competidores.

Posibles recursos

Tras confirmarse la sanción, tanto la República de Irlanda como Apple mostraron su intención de recurrir la decisión de la Comisión Europea.

Apple aseguró que paga todos sus impuestos en cualquier lugar donde opera y dijo que la CE «ignora» la legislación fiscal de Irlanda, al tiempo que advirtió del «profundo y perjudicial efecto en la inversión y la creación de empleo en Europa».

Pese a esa queja, lo cierto es que Apple también es muy criticada en EEUU, precisamente, por no pagar impuestos allí sobre los beneficios que adscribe a sus divisiones internacionales.

Dublín también anunció que apelará ante los tribunales de la UE para defender «la integridad» de su sistema fiscal.

 

París pedirá oficialmente el fin de la negociación del TTIP

La posición del Gobierno francés ante la negociación del Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y EEUU (TTIP) ha ido girando hasta llegar a ser de franca oposición. Ayer dio un paso más al anunciar que pedirá formalmente a sus socios europeos el fin «puro, simple y definitivo» de las negociaciones con Estados Unidos. «Tiene que haber un parón claro», subrayó el secretario de Estado de Comercio Exterior, Matthias Fekl, entrevistado por RMC.

Para justificar esta posición, afirmó que, desde el comienzo, las conversaciones se han llevado a cabo «con opacidad» y han generado «mucha desconfianza y miedo». París reclama el parón para, en el futuro, «poder reiniciar las negociaciones sobre nuevas bases con EEUU, bases modernas». Fekl concretará la demanda francesa en la reunión de responsables de Comercio Exterior de la UE prevista a finales de setiembre en Bratislava. GARA