La noticia del acuerdo fue celebrada de inmediato por los ganaderos, movilizados desde hace una semana contra Lactalis por considerar sus propuestas insuficientes, críticas a las que también se sumó el Gobierno de François Hollande.

Al término de la negociación, celebrada en la Prefectura de Laval –ciudad en la que Lactalis tiene su sede–, el vicepresidente de la Organización de Productores de Normandía Centro, Sébastien Amand, anunció a los medios que se había conseguido que la multinacional ofrezca 30 euros más de los que paga en la actualidad por cada mil litros de leche. El viernes, antes de que las precedentes negociaciones se rompiesen, proponía pagar 15 euros más por cada 1.000 litros de leche a partir de setiembre, y subir así hasta 271 euros.

Amand precisó que se trabajará para que este acuerdo «encuentre una continuación favorable» a partir de enero de 2017 y dijo confiar en ello pues el punto de partida es el adecuado, según declaró a la emisora France Info.

Apoyo gubernamental

Desde su cuenta en la red social Twitter, el primer ministro, Manuel Valls, aplaudió «una salida positiva de la crisis para el sector lechero» y dijo estar satisfecho de que «todos los actores se hubiesen movilizado y afrontado sus responsabilidades».

Tras alcanzarse el pacto, el ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll, celebró que «todo hubiese terminado sin violencia».

Los ganaderos habían multiplicaron sus manifestaciones de protesta durante la noche del lunes en una quincena de sedes de la multinacional en el Estado francés. Además, realizaron acciones informativas en muchos supermercados, colocando etiquetas reivindicativas sobre los productos de Lactalis mientras adquirían los de otras marcas.

El día anterior, Le Foll había criticado el precio que el gigante lechero pagaba a los ganaderos, el más bajo entre los grupos industriales franceses. Le Foll incidió en que los productos lácteos tienen una especial repercusión en la economía francesa por su considerable valor añadido.