Mikel INSAUSTI
CRIMINAL

Implantan a un peligroso sociópata la memoria de un agente eliminado

El veterano Kevin Costner se suma con éxito a la cada vez más larga lista de actores o actrices que superan la barrera de los sesenta años, demostrando que siguen siendo más aptos que nunca para el cine de acción. Cierto es que fisicamente no van a estar tan en forma como otros intérpretes de menos edad, pero su protagonismo se debe a que dan una imagen de gente dura y curtida en mil batallas, que las nuevas generaciones no pueden aportar. Y, puestos a elegir, me quedo con Kevin Costner, que en “Criminal” exhibe todo su potencial, apoyado en la versión original por esa voz tan grave, que intimida mucho y le ayuda a bordar el papel inicial de peligroso sociópata, que a resultas de un experimento científico es sometido a una operación en la que le implantan la memoria de un agente secreto que acaba de ser eliminado en un tiroteo. El espía en cuestión es interpretado por Ryan Reynolds, lo que da para jugar con la gran diferencia de aspecto existente entre ambos. Esto hace que el personaje de Costner parezca todavía más fiero, aunque a la postre sea objeto de una profunda transformación mental. De ser completamente insensible y no distinguir entre el bien y el mal, pasa a tener hasta emociones.

Dentro del cine de género “Criminal” cuenta con la solidez de una producción británica, pese a moverse en presupuestos muy inferiores a los de Hollywood, y no contar con la misma maquinaria promocional. Con sus poco más de treinta millones de dólares invertidos la película se basta para incluir escenas de persecuciones muy bien dosificadas, siempre al servicio de la tensión argumental y sin buscar una espectacularidad gratuita. En el fondo responde a un genuino espíritu de serie B, sobre todo en la forma en que combina la ciencia-ficción con el thriller de espionaje, siendo en definitiva una especie de versión “pulp” de la saga “Bourne”.