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Ante la nueva reunión del BCE, los analistas desojan incertidumbres

En los últimos años, los encuentros en la cumbre del Banco Central Europeo suelen generar ríos de tinta cargados de predicciones que rara vez se cumplen. Quizás por ello, en esta ocasión los análisis profundizan más en las incertidumbres, tanto económicas como políticas, que pueden marcar los siguientes pasos en la actuación del BCE.

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reúne hoy en un momento de gran incertidumbre política en Europa, que puede llevarle a ser más pesimista respecto al crecimiento económico que en ocasiones anteriores. Por ello, los analistas económicos no coinciden esta vez en los pronósticos de la actuación que llevará a cabo. La mayoría considera que el banco emisor del euro preferirá esperar y ver el efecto de las medidas no convencionales de política monetaria acordadas los pasados meses, pero otros señalan que anunciará hoy mismo una prolongación del programa de compra de deuda pública y privada más allá de marzo de 2017.

El economista jefe del alemán Banco de Crédito para la Reconstrucción y el Desarrollo (KfW), Jörg Zeuner, considera que «la zona del euro está en una fase de auge de precaución», según indicó a la agencia Efe. Numerosas «incertidumbres políticas lastran la evolución económica con fuerza», según Zeuner, que mencionó, entre otras, la situación en Turquía, la tensión en Ucrania, el retraso en la formación del Gobierno español tras la “repetición” de las elecciones en junio o la convocatoria del referéndum sobre la reforma institucional en Italia previsto para la última parte del año.

En el caso de Italia se suman los problemas causados por una recesión de más de tres años, la ralentización de la recuperación del mercado laboral, una caída de las inversiones del 30% respecto a 2008, antes de la crisis, y pocos avances en la producción desde hace veinte años, puntualiza Zeuner. Además, los bancos italianos tienen una gran cantidad de créditos problemáticos.

Y a nadie se le escapa que todavía no está nada claro cuál será el alcance real de la repercusión del Brexit sobre la economía de la futura “Unión Europea de los Veintisiete”.

Un paisaje desafiante

«Cuando el Consejo de Gobierno del BCE se reúna, verá un paisaje desafiante», opinan, por su parte, los analistas del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés). No obstante, apostillan que, hasta el momento, «el impacto del Brexit en los mercados financieros de la región ha sido muy contenido».

Pero varios indicadores de confianza empresarial y de inflación han decepcionado en agosto, aunque los expertos del IIF prevén que el BCE no pasará a la acción hoy, sino que optará por «esperar y ver» qué sucede en los próximos meses. En ese caso, será en las reuniones de octubre o de diciembre cuando decida prolongar su programa de expansión cuantitativa.

La entidad monetaria presta actualmente dinero a los bancos de la zona del euro al 0% en las operaciones semanales de refinanciación y les cobra un 0,4% por los depósitos, debido al exceso de reservas, que refleja la falta de inversión ya que el dinero no circula en la cantidad necesaria para que el crecimiento económico se consolide.

Además, el banco emisor comenzó a comprar deuda pública y privada de los estados que comparten el euro en marzo de 2015 por un volumen de 60.000 millones de euros. Y en marzo de este año decidió aumentar esa cantidad hasta 80.000 millones mensuales y comprar también deuda corporativa.

Con estas premisas, el economista jefe del Commerzbank, Jörg Krämer, prevé que el BCE revisará a la baja sus pronósticos de crecimiento e inflación y que anunciará que va a prologar las compras de deuda.

El déficit español tiene cita el 15 de octubre

La eurozona asume que el Estado español volverá a retrasarse este año en la entrega de su proyecto presupuestario para 2017, debido a las limitaciones del Ejecutivo en funciones. Así lo señalaron ayer fuentes comunitarias, que recordaron que Madrid debe entregar a Bruselas su borrador de presupuestos para 2017 a más tardar el próximo 15 de octubre, la misma fecha en la que debe presentar a sus socios pruebas de que ha tomado «acciones efectivas» para reducir su déficit. No obstante, sus socios dan por sentado que no estará en condiciones de cumplir con sus obligaciones a tiempo y que, como mucho, podrá presentar unas cuentas sin cambios respecto al presupuesto vigente.

Sin embargo, existe incertidumbre sobre qué pasará en el caso de que el Estado español tampoco presente pruebas de que ha tomado acciones efectivas para reconducir su déficit público, una exigencia que se le impuso tras haber esquivado en julio una multa por haber incumplido sus compromisos de disciplina fiscal. GARA