Llegó el momento. El Ibex pudo superar, al fin, la barrera psicológica de los 9.000 puntos, aunque fuera por escaso margen y siga necesitado de mayores alicientes para consolidar este giro que le ha llevado a niveles no vistos desde mayo pasado. Los inversores siguen analizando las dos caras de la moneda de la política de la Reserva Federal cuando se acerca su reunión de los días 20 y 21 de setiembre. De un lado, una nueva subida de los tipos de interés presiona más a los países emergentes, endeudados en dólares y con divisas ahora atractivas para los inversores internacionales, mientras que las exportaciones de Estados Unidos pueden sufrir por la elevación de precio y el crecimiento descenderá por una prevista caída en consumo e inversión. Por otro lado, se hace difícil justificar el mantenimiento de tipos históricamente bajos cuando la mejoría va ganando terreno cada mes. Una economía sana, además, debe desarrollarse sin necesidad de estímulos extraordinarios, ya que de persistir en su aplicación pueden provocar burbujas de difícil digestión. Hoy le toca el turno al Banco Central Europeo (BCE), pero no se esperan cambios ni en los tipos de interés ni en las medidas adoptadas hasta el momento.

En cuanto a los vaivenes bursátiles de la jornada en las bolsas europeas, el Ibex cerró con 9.015,30 puntos, tras subir un 1,30%. También en Fráncfort (+0,62%), París (+0,61%) y Londres (+0,31%) acabaron con alzas. Dentro del Ibex, Telefónica (+2,27%) sigue con viento de cola después de anunciar sus planes de reducción de deuda. ArcelorMittal (con +2,56%) e Inditex (con +2,51%) le precedieron en el ránking de ganadores. Entre los grandes, Repsol se apuntó un 2,06%, mientras que Iberdrola, Santander y BBVA sumaron más de un 1%. En París, ArcelorMittal, Michelin y LafargeHolcim eran los mejores al añadir más de un 2,20% a sus cotizaciones.