M.I.
MASAAN

Historias entrecruzadas a orillas del Ganges

Al cineasta indio Neeraj Ghaywan le fue muy bien en el festival de Cannes, dentro de la sección Un Certain Regard, en la que se llevó dos importantes premios: el FIPRESCI de la crítica internacional y el de Mejor Promesa. Como autor quiere romper con los prejuicios sociales que existen en Occidente sobre la India, ya que prefiere utilizar las problemáticas derivadas del dilema entre tradición y modernidad, atraso y progreso económico, como un mero trasfondo para reflejar las vidas y sentimientos de sus personajes.

Las historias entrecruzadas de “Masaan” giran alrededor de cuatro personajes, todos ellos unidos por el río Ganges y los escenarios de Benarés. De una u otra forma todos encuentran allí su modus vivendi, empezando por un chico que trabaja en los “ghats”, que son las escaleras que se emplean en las ceremonias de cremación de los cadáveres de clase baja. Precisamente, ha ido a enamorarse de una joven que es de una casta superior a la suya. Otra chica se enfrenta a una denuncia por una relación prematrimonial, lo que le podría acarrear el desprestigio a su familia. El padre tiene un tenderete a orillas del río sagrado, donde un niño participa en apuestas de inmersión en el agua.