Los ministros de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, y francés, Jean-Marc Ayrault, viajaron ayer al este de Ucrania, desde el inicio del conflicto, que ha dejado más de 9.500 muertos desde abril de 2014. Llegaron a Donetsk tras la entrada en vigor en la noche del miércoles de una nueva frágil tregua de una semana. Tres soldados ucranianos y tres combatientes rebeldes murieron en combates en el este a principios de semana.

Ambos visitaron Kramatorsk, la última posición de las fuerzas ucranianas, antes de la línea del frente donde se sitúan los rebeldes separatistas, y escenario de cruentos combates en 2014, donde inspeccionaron la base de la misión de la OSCE, y Slavyansk, el que fura uno de los principales bastiones separatistas y ahora bajo control gubernamental. Los ministros fueron recibidos delante las instalaciones de la OSCE por decenas de manifestantes que se oponen a que se de un estatuto de autonomía para Donetsk y Lugansk.

Mientras, a tres días de las elecciones parlamentarias rusas, su presidente, Vladimir Putin, y su primer ministro y líder de Rusia Unida, Dmitri Medvedev, viajaron a Crimea, cuya participación en unos comicios rusos por primera vez desde la anexión en 2014 ha abierto una nueva brecha con Ucrania.