GARA
damasco

El Ejército sirio avanza en Alepo en medio de «un baño de sangre»

El régimen de Damasco continúa su avance frente a los insurgentes en la ciudad de Alepo, donde tomó posiciones estratégicas apoyado por los bombardeos rusos. Los ataques han provocado «un baño de sangre entre los civiles», según denunció MSF.

Una semana después de comenzar la ofensiva para reconquistar la parte de Alepo bajo control rebelde, el Ejército sirio avanzó ayer en el norte y el centro de la ciudad, reduciendo el territorio insurgente. Las tropas de Bashar al-Assad tomaron el antiguo hospital Kindi y el que fuera campo de refugiados palestinos de Handrat. Esta ganancia territorial permite al régimen amenazar los barrios de Hellok y Haydarye en una estrategia de erosión que le acerca al corazón de los barrios insurgentes. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 15 personas, entre ellas dos niños, murieron en los bombardeos en estos barrios y 24 más en otros frentes.

En el centro de Alepo el Ejército trataba de avanzar hacia la estación de bombeo de agua de Sauleiman al-Halabi, donde según la agencia Sana, al menos 15 civiles murieron por disparos de la artillería insurgente. Desde el inicio de la ofensiva, el 22 de setiembre, han muerto 216 personas en ataques que han reducido a ruinas los edificios y han provocado una situación catastrófica. «Todo Alepo se ha convertido en un objetivo gigante», denunció el director de operaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF), Xisco Villalonga, que reclamó a Damasco y a sus aliados que pongan fin a los bombardeos que provocan «un baño de sangre entre los civiles».

Los servicios sanitarios están colapsados. «Los pacientes tienen que esperar a que otros mueran para obtener una cama», señaló Abu Wassim, director de un centro de MSF. Los niños no tienen ya dónde refugiarse, ya que incluso en las escuelas subterráneas son vulnerables a las bombas antibúnker, dijo Save The Children.