Las autoridades de Nueva York han prohibido a la Fundación de beneficencia del candidato presidencial republicano, Donald Trump, que siga recaudando fondos en el estado. La oficina del fiscal general, Eric Schneiderman, que apoya a la rival demócrata, Hillary Clinton, asegura que esa Fundación viola las leyes estatales por recaudar fondos sin estar registrada ante la Oficina de Organizaciones Benéficas del estado.

«Estamos muy preocupados por las motivaciones políticas detrás de la investigación, pero la fundación va a cooperar plenamente con la investigación», señaló la portavoz de la campaña de Trump, Hope Hicks.

Bajo las leyes del estado de Nueva York, cualquier organización benéfica o de caridad que quiere solicitar más de 25.000 dólares anuales necesita obtener de antemano una certificación. La semana pasada el diario “The Washington Post” publicó que la fundación no tiene esta certificación.

La oficina de Schneiderman ha dado a la fundación dos semanas de plazo para que presente la documentación requerida, incluidos sus informes anuales financieros.

Según “The Washington Post”, Trump utilizó más de un cuarto de millón de dólares de su Fundación para pagar demandas en su contra vinculadas a acciones con fines de lucro.

Este anuncio sigue a la publicación esta semana por el “New York Times” de extractos de su declaración de ingresos de 1995, que indican que podría no haber dejado de pagar impuestos durante varios años. Su entorno argumenta que aprovechar los beneficios fiscales no tiene nada de ilegal y, por el contrario, prueba la «genialidad» de Trump en los negocios.