M.I.
AMERICAN HONEY

La juventud desarraigada en ruta por el Medio Oeste

Otra de las polémicas que dividió a la crítica en la última edición del festival de Cannes fue la del discutido Premio del Jurado concedido a la cineasta británica Andrea Arnold por “American Honey”, si bien tanto sus defensores como sus detractores estuvieron de acuerdo en que su duración de casi tres horas era excesiva para lo que tenía que contar. La realizadora de “Fish Tank” (2009) se sirve de la divagación narrativa para describir el modo de vida de un joven grupo nómada que viaja por el Medio Oeste de los EEUU con una acusada deriva existencial que no lleva a ninguna parte.

“American Honey” plasma las contradicciones propias de una generación obligada a vivir en el presente ante la nula perspectiva de futuro, y que sobrevive mediante trabajos anacrónicos como la venta a domicilio de suscripciones a revistas editadas en papel. Son chicos y chicas que forman parte de una subcultura nacida en el seno de la llamada “white trash” o clase pobre blanca, que parece interesar más a la cultura europea que a la nativa, a la vista de los resultados electorales. Esta road movie va de Oklahoma a Dakota del Norte en autobuses de línea, con alojamiento en moteles de carretera, y con encuentros ocasionales con personajes anclados en otras épocas menos derrotistas.