Iñaki VIGOR
IRUÑEA

«Ha sido un hito histórico», afirma Asiron tras acabar la exhumaciones

Joseba Asiron valoró ayer «la constancia, la discreción y la profesionalidad» del trabajo realizado para exhumar los restos de los militares franquistas que quedaban en la cripta del Monumento a Los Caídos. «Fue un día histórico para esta ciudad», afirmó el alcalde de Iruñea, que compareció junto a Paco Etxeberria.

Joseba Asiron alabó la labor de todas las personas que a lo largo de los últimos meses han participado en el proceso de exhumación de los restos de militares franquistas, y que culminó a las diez de la noche de anteayer con la clausura del cementerio de la cripta.

«Después de 80 años, por fin se dio por cumplida una reivindicación que durante largo tiempo ha hecho la sociedad de Iruñea», dijo el alcalde, quien calificó de «hito histórico» la finalización de las exhumaciones.

Según informó, la cripta quedó vacía después de más de 24 horas de trabajo, todo el proceso quedó documentado y se realizó siguiendo las previsiones fijadas en el acuerdo suscrito con el arzobispado de Iruñea.

En cuanto al destino de los restos de las personas exhumadas, Asiron indicó que se pusieron a disposición de sus familiares y que solo los restos de dos de las ocho personas enterradas inicialmente en la cripta de Los Caídos –Severiano Arregui Olalquiaga y Joaquín Sota Garayoa– permanecen en dependencias del cementerio municipal a la espera de que sean reclamados.

Los demás restos corresponden a José Sanjurjo, Pedro Martínez Chasco, Jaime Munarriz Escondrillas y los hermanos Joaquín y Dimas Aznar Zozaya.

El alcalde remarcó que el Ayuntamiento ha tratado este asunto «con el máximo respeto, como merece un tema tan delicado, respetando en todo momento la intimidad y la privacidad de las familias, que ha sido una prioridad absoluta», y añadió que se ha hecho a la vez «con determinación y ahínco».

Tras recordar que esta actuación estaba contemplada en el acuerdo programático de los grupos políticos que integran el equipo de gobierno municipal, el alcalde de Iruñea señaló que las exhumaciones han sido «un paso primordial en el avance para cerrar heridas del pasado, por potenciar la convivencia de la ciudad, y para encarar el futuro con una base sólida».

Junto a ello, agradeció de forma especial la labor de las asociaciones memorialistas, que «durante muchos años han trabajado en la reparación de las víctimas» de la guerra de 1936 y el franquismo. «De ellas es el mérito de la actuación de ayer, y a ellas les debemos actuar de manera coherente», precisó.

Preguntado sobre si es partidario de derribar el Monumento a los Caídos, al que algunas asociaciones memorialistas consideran que es en su conjunto un símbolo franquista, Asiron respondió que el Ayuntamiento no descarta convocar un concurso internacional de ideas. No obstante, declaró que él considera que se puede «cambiar el significado del edificio», tal como se ha hecho en otras ciudades europeas en casos similares.

«Se levantó acta de todo»

Por su parte, el médico forense Paco Etxeberria explicó el proceso llevado a cabo para realizar las exhumaciones y los trabajos que fueron necesarios para levantar las tres losas que cada una de las tumbas tiene en la cubierta, de las que dijo que «pesan muchísimo».

Etxeberria informó de que las arquetas tenían los nombres de cada una de las personas enterradas y que no hubo dificultades para su identificación. «Lo fundamental es documentar lo realizado, y esto lo hizo un funcionario del Ayuntamiento, que levantó acta de todo», dijo, para concluir diciendo que «no se ha deteriorado ningún elemento de la cripta» y que el interior ha quedado «exactamente igual».

Uno de los enterrados en una fosa común era edil de Iruñea

Gregorio Angulo Martinena, que fue concejal de Iruñea, fundador de la Agrupación Socialista de la capital navarra y dirigente de UGT, es una de las siete personas que fueron fusiladas por los franquistas y enterradas en una fosa común cercana a Ibero. Su identificación ha sido realizada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, cuyo presidente, Paco Etxeberria, dijo ayer que ha sido casual el hecho de que esta identificación haya coincidido con las exhumaciones en el Monumento a los Caídos.

De origen tafallés, Gregorio Angulo fue director de varias publicaciones obreras de Iruñea. Tras lograr escapar a Ponferrada, fue apresado y trasladado a Nafarroa, donde fue fusilado el 2 de junio de 1937.

Dos de los siete enterrados en esta fosa ya habían sido identificados gracias a las pruebas de ADN. Se trata de José Roa García, que también fue concejal de Iruñea, y de Víctor Martirena Alegría, vecino de Uharte Arakil.I.V.