Si se coloca en un anuncio en varios medios audiovisuales la palabra “serendipia”, es que el creativo publicitario y la empresa que le encarga el acto publicitario consideran que se dirigen a un fragmento social capaz de entender lo que significa. Se trata en resumen del acto de ir a buscar setas y encontrarse con un Rolex. Ir buscando algo y encontrarse con otra cosa mucho mejor. Cosa que no acostumbra a pasar mucho en la vida del que mira de reojo a la televisión. Más bien lo contrario: cuantas más expectativas se crean desde las promociones, más grande puede ser el desengaño.

En el canal #0 ofrecen un programa llamado “Día cero” y en su entrega del pasado domingo nos ofrecieron la vida de tres mujeres nacidas en diciembre de mil novecientos setenta y cinco y que hasta la fecha de acabarse el documental, han tenido una vida con muchos altibajos. Es una manera muy especial de narración porque se ponían en paralelo algunos acontecimientos sociales, deportivos y políticos con sus recuerdos fotográficos y su evolución personal. De niñas a adolescentes y de ahí a mujeres. Tres vidas marcadas. Muy marcadas, una triunfadora en una familia muy desestructurada, una mujer en silla de ruedas que ha ganado decenas de medallas en juegos olímpicos y la tercera alguien a la que se le diagnostica un cáncer muy raro que le cambia la vida. Las tres muestran su evolución, su lucha, su aceptación. Mensajes finales positivos.

En “El Objetivo” de Ana Pastor quisieron saber qué es “populismo”. Y nos quedamos sin saberlo. Entre otras cosas porque populismo eres tú, podría haber sido el final rápido. Y porque los cuatro representantes de partidos políticos que lo intentaron venían con otras cosas en la cabeza. Podemos se está derritiendo aceleradamente bajo el calor de los focos televisivos. Sin serendipia.